El coronavirus ha disminuido en España y poco a poco se empieza a amenizar la situación sanitaria. Esta semana las farmacias de todo el país comenzarán a vender test rápidos de autodiagnóstico de COVID 19. Esta prueba permitirá a los ciudadanos españoles poder adquirir una prueba que podrá determinar si la persona ha pasado la enfermedad.
La prueba consiste en un pequeño pinchazo en la yema del dedo. En cuestión de 20 minutos el usuario sabrá si tiene los anticuerpos contra el coronavirus.
Estos test rápidos de sangre pueden detectar anticuerpos IgM (que indican una infección reciente, pero no necesariamente que esté activa) y también detectan las IgC (las cuales indican que la infección ya ha sido superada, por lo tanto se han generado anticuerpos desde hace tiempo).
Si el resultado de este test diera negativo en IgM e IgC, eso querrá decir que el paciente no ha sido victima del virus debido a que su sistema inmunológico no presenta ningún rastro de él. Sin embargo, estos resultados no excluyen la infección, por lo que si la persona sigue presentando síntomas, tendrá que volver a hacerse la prueba en un periodo de 3 a 5 días.
El test tendrá un precio de 25.50 euros y se prevé que en los próximos tres meses se puedan distribuir 500.000 pruebas de autodiagnóstico de COVID-19. La intención es llegar al 99% de las 22.000 oficinas de farmacia que hay en toda España.
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