Diego Martínez, entrenador del Granada CF, cumple este miércoles 10 de marzo mil días al frente del banquillo rojiblanco. Mil días, prácticamente tres años, con innumerables luces y éxitos que se extienden hasta el presente.
En la víspera del partido de ida de los octavos de final de la UEFA Europa League ante el Molde FK, conviene hacer memoria. El Granada nombró al gallego como su técnico en junio de 2018 tras una temporada desilusionante. Al año siguiente del paupérrimo curso en Primera que acabó con el descenso de los nazaríes, el Granada erró en su intento de regresar a la élite del fútbol patrio.
José Luis Oltra, Pedro Morilla y Miguel Ángel Portugal ocuparon el cargo a lo largo de la temporada 2017/2018. La precipitada destitución del primero desencadenó una terrible racha que derivó con el Granada lejos del playoff. El suflé bajó como el grajo en invierno.
Sin embargo, aquel fracaso propició la llegada de Diego Martínez, que pasaría a ser rápidamente un nuevo ídolo para una parroquia rojiblanca acostumbrada al desaliento. El vigués dio razones para ello. Su primera temporada al frente terminó con el Granada como el subcampeón de Segunda y, por tanto, logrando el tan ansiado ascenso a Primera.
Gloria copera y europea
Diego Martínez conquistó al entorno rojiblanco con su táctica del ‘pasito a pasito’ en la teoría, aunque no en la práctica. El entonces entrenador más joven de Primera aupó al Granada a toda una semifinal de Copa. El recién ascendido se quedó a diez minutos de pasar a la final, pero demostró su capacidad para cambiar la historia trágica de un club ligado al desastre.
Ya con el coronavirus en nuestra vidas, Diego Martínez y los suyos consiguieron una muy meritoria clasificación para disputar las previas de la Europa League. Meritoria e histórica, pues en los 89 años de vida de la entidad solo se habían escuchado lenguas foráneas en exhibiciones veraniegas. Las previas dieron paso a las noches de gloria en la competición continental. Napoli, siempre en la historia.
Si no hay ‘sorpasso’ -no debería-, Diego Martínez finalizará el curso como el único entrenador en completar tres temporadas consecutivas en el Granada. Quién sabe si podrá añadir una cuarta. Tarde o temprano, el gallego abandonará Granada para afrontar nuevos retos profesionales. Seguramente, más ambiciosos. Así lo merece.
Su recuerdo permanecerá por siempre en la piel de Los Cármenes, el fortín donde finalizó el último paso de su ‘granadización’ tras más de media vida ligado a la ciudad de la Alhambra.
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