Hay partidos que son muy difíciles de explicar. Hoy, es uno de ellos. Sima Granada hizo todo para ganar, pero terminó sucumbiendo en un partido en el que desde el primer minuto mereció mejor suerte.
Al igual que en días anteriores, el conjunto nazarí saltó a pista con mayor control de juego, lo que le hizo disfrutar de las primeras oportunidades. No obstante, y a pesar del dominio granadino, sería Zambú Pinatar el primero en golpear.
Lejos de caer en desánimo, los jugadores rojiblancos siguieron creyendo en el plan de partido, lo que les valió para voltear el electrónico con los tantos de Migue Fernández y Kiko Lara. Con 1-2 se llegó al tiempo de descanso.
Si ya en la primera parte Sima Granada fue muy superior, en el segundo acto ese dominio se intensificó. Sin embargo, y como sucediera en el primer tiempo, un acercamiento de Zambú Pinatar se tradujo en el momentáneo 2-2.
El resultado ya era injusto de por sí, pero lo vivido en el tramo final se escapa de toda explicación. Zambú Pinatar cometió la quinta falta, permitiendo a Sima Granada disfrutar de un doble-penalti. Sin embargo, esa pequeña ventaja no fue aprovechada por el conjunto nazarí, manteniendo con vida a un cuadro murciano que decidió arriesgar con portero-jugador. La inferioridad numérica fue muy bien defendida por Sima Granada, que apenas sufrió y que dispuso de varios lanzamientos errados a portería vacía.
A ojos de cualquier entrenador, empatar fuera de casa puede ser positivo, pero para Rafa Romero no. Para bien o para mal, el técnico rojiblanco es muy valiente. Apenas restaban 42 segundos de partido cuando el técnico nazarí decidió atacar de cinco, generando una acción colectiva que a punto estuvo de convertirse en el 2-3. Sin embargo, esa ocasión terminó en un balón muerto que el guardameta local acertó a transformar en el definitivo 3-2.
Sentimiento de tristeza en la expedición de Sima Granada. Pocos días se puede jugar tan bien y cosechar un resultado negativo. No obstante, y por sacar una lectura positiva, el equipo ha vuelto a demostrar que tiene el futuro más que asegurado. La plantilla es jóven y tiene margen de mejora, pero mostrando este hambre se conseguirán muchas victorias en el futuro.
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