Hay historias que merecen ser contadas y la del Granada CF y su retorno a Primera viene de la mano de una semana histórica para el deporte granadino. Acabada la maldición -si me permiten la expresión-, por fin, la ciudad nazarí contará con dos equipos en las máximas divisiones del fútbol y del baloncesto. Nunca antes habían coincidido y ya se puede gritar bien alto que Granada es de Primera por derecho y méritos propios. Y lo es cumpliendo con la expectativa y el rol de aquellos equipos que son favoritos para un ascenso después de caer de Primera. Los de Paco López lo han logrado tras ganar al Leganés y ya son, otra vez, equipo de la máxima competición nacional.
Llegó en la última jornada a pesar de que en la penúltima los rojiblancos estuvieron muchos minutos en Primera; el gol del Levante en el 92 de su partido dilató una semana un ascenso que era cuestión de tiempo. Todo pintaba a favor, con un equipo favorito en casa siempre, con unos números estratosféricos y que, sin embargo, había sufrido siempre como visitante. Esta vez nos sucedió como la temporada pasada en la que el penalti de Jorge Molina acabó con el Cádiz en Primera y los granadinistas en segunda. El papel se ejecutó a la perfección en una película de acción, aventuras y de un romanticismo puro entre todos los protagonistas (afición y equipo). No podía ser de otra manera.
El partido empezó como se esperaba (eléctrico y con un Granada muy metido) pero con un campo que había drenado bien a pesar de la lluvia pero que estaba pesado. El Leganés a lo suyo, consciente de que no se jugaban mucho (nunca se juegan nada) y creando cierto peligro también. Las mejores ocasiones fueron en el inicio para los locales, eléctricos con Unzuni y Bryan Zaragoza, también con un enchufado Antonio Puertas pero ninguno terminó acertando.
Ocasiones en ambos lados
Siempre hay sustos y el Leganés lo dio con el gol anulado a Karrikaburu, bien por el asistente, pero que dejaba claro que no estaban de paso en el partido. Una primera parte intensa con el Granada empujado y jaleado por la grada y respaldado por los inmensos números como locales que hacían que la película fuera poniéndose más interesante.
Lo intentaron los de Paco López, solo sufriendo tímidos acercamientos del Leganés y falto de acierto en el área chica con Unzuni y Puertas rematando alto dos buenos centros de ambos lados. Lo intentó, lo quería el Granada y el cántaro se rompió porque el equipo quería derribar la puerta de Primera División a lo grande. Unzuni, el máximo goleador del equipo, fue el encargado de marcar y darle a la afición y a la ciudad el merecido premio. Lo hizo a pase de Puertas, rescatado para la causa en las últimas jornadas, un incunable de este equipo.
El guión de la película siguió igual en la segunda parte. Lejos de ser una producción cómica o de terror, estaba tornándose hacia esa peli que todos quieren ver con palomitas y refresco. Sin perderte ni un solo detalle. Había poco suspense también, más que nada porque el resto de rivales no pasaban del marcador inicial. El Granada a lo suyo, la afición también y la fuente de las Batallas preparada para el recibimiento a un equipo de Primera.
El ascenso era un guión esperado
No es mentira si decimos que había pocas dudas sobre este ascenso. No había periodista o aficionado que no creyera que era posible y que llegaría sí o sí. Y no hubo lugar para sustos, nada se torció porque la ciudad y el equipo lo merecían. Ni maldiciones ni leches (perdón, que me emociono), el Granada es equipo de Primera División y coincidirá con la Fundación CB Granada en ACB tras otro milagro de Pablo Pin. Ya nadie podrá decir aquello de que «nunca han coincidido los dos equipos en la máxima división de sus respectivos deportes». Y si había dudas, Bryan Zaragoza las derribó todas con otro de sus golazos que habrá que guardar para la colección: Regate y zapatazo a la escuadra.
El Granada CF regresa a Primera por la puerta grande, dándole más de media hora a la grada para celebrar. Con unos números que lo dicen todo: Campeón de Segunda, invicto en el Nuevo Los Cármenes, sumando 75 puntos, 22 victorias, 9 empates y 11 derrotas (todas fuera de casa). Lo hace de manera merecida, con una idea firme y habiendo solventado multitud de obstáculos durante una temporada que se culminó con un partido pasado por agua, con tormenta y lluvia, que no evitaron una celebración merecida y deseada, poniendo el punto y final a una película de ensueño.
Ficha técnica:
Granada CF: Ferreira, Ricard Sánchez, Miquel, Rubio, Neva; Melendo (Bodiger 66′), Pol Lozano, Sergio Ruíz (Víctor Díaz 66′); Unzuni (Weissman 89′), Puertas (Petrovic 76′), Bryan Zaragoza (Callejón 66′).
Leganés CF: Jiménez, Miramón (Hanza 82′), Omeruo, González, Franquesa; Undabarrena (Parzysek (81′), Neyou, Fede, Cisse, Karrikaburu (Nyom 82′), Qasmi (Josema 34′).
Árbitro: Cordero Vega (comité cántabro) que amonestó a Karrikaburu, Omeruo.
Goles: 1-0 Unzuni (42′); 2-0 Bryan Zaragoza (58′)
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