30 de octubre de 2024

La madre de Luis Rubiales en huelga de hambre por su hijo

La madre de Luis Rubiales ha iniciado en la mañana de este lunes una huelga de hambre indefinida en la parroquia de la Divina Pastora, en el centro de Motril, en la costa de Granada. Dicho acto es en apoyo a su hijo, suspendido como presidente de la Real Federación Española de Fútbol este fin de semana por la FIFA. Todo eso tras asegurar el motrileño que no dimitiría y justificar su beso a Jenni Hermoso asegurando que sí fue consentido.

En la parroquia del barrio de Capuchinos han comentado que la mujer se encuentra en buen estado y rezando, después de que su hijo llegara este fin de semana a pasar unos días de descanso a Motril, donde, en el estadio Escribano Castilla han aparecido pintadas contra Rubiales, que el Ayuntamiento ha informado a Europa Press que van a ser limpiadas.

Acoso y derribo para Rubiales

Familiares de Luis Rubiales han pedido a las puertas de la iglesia que solo quieren que la futbolista Jennifer Hermoso «diga la verdad, y por qué ha cambiado tres veces su declaración» sobre lo acontecido, y han indicado que sufren una situación de «acoso y derribo que no es justo» en esta ciudad de la costa de Granada. Así lo ha indicado Vanesa Ruiz Béjar, prima de Luis Rubiales.

«Jenni, queremos que digas la verdad», ha señalado Ruiz Béjar ante los periodistas, explicando que la madre de Rubiales como «persona muy creyente se ha refugiado en Dios» y «no quiere salir de la iglesia» por lo que su familia está «sufriendo muchísimo», también por él, en tanto no consideran «justo lo que está pasando», habiéndosele en su opinión «juzgado antes de tiempo», lo cual no les parece «normal».

Según esta familiar «las declaraciones» sobre los hechos «hablan por sí solas» y «hay vídeos» y «audios», mientras la madre «se encuentra muy mal», siendo una «mujer mayor», que está «delicada de salud» y sufriendo muchísimo». Pasa «todo el día llorando, sin comer, sin dormir», ha lamentado.

Otra prima del suspendido presidente de la RFEF, Demelza Béjar Sánchez, ha considerado por su parte, también a las puertas de la iglesia del barrio de Capuchinos de Motril, «vergonzoso el linchamiento que se le está dando a una persona honesta y legal».

Pequeño error

Ha mantenido que «cuando una mujer se siente agredida, actúa de otras maneras», y ha lamentado que casos de mujeres «maltratadas, que las matan» no se «están dando» mientras se habla de «lo que ha hecho Luis Rubiales».

«Cometió un error» en medio de un ambiente de «euforia», ha reconocido Béjar Sánchez, quien ha preguntado en voz alta «quién no se equivoca», añadiendo que Rubiales «jamás en la vida haría ninguna agresión ante ninguna mujer, ni ante nadie» estando todos en su familia «educados desde chicos con valores y principios».

Ha añadido que en la imagen del beso «se ve que le dice un piquito» y «él espera como una contestación» que no se puede ver al estar Hermoso de espaldas, si bien, ha opinado, «cuando hay una agresión, desde un primer momento se nota en las caras».

Sin dar datos sobre su localización estos días de descanso, ha explicado que Rubiales está «sufriendo porque no quiere que haga eso su madre», en referencia a la huelga de hambre, y ha incidido en el «linchamiento» que dice que sufren por parte de «las feministas», la «tele», la «prensa», y los «políticos», considerando que es «de vergüenza» que estén «aprovechando para apalearlo».

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