Esta medida abarca toda la ciudad y solo afectará a los no residentes sin etiquetas ambiental, que tengan una antigüedad anterior a 2006
El proyecto de implantación de la Zona de Bajas Emisiones de Granada presentado esta mañana por la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, y la concejala de Movilidad, Protección Ciudadana, Sostenibilidad en el Ayuntamiento de Granada, Ana Agudo, abarca el perímetro de la capital limitado por la circunvalación, lo que será solo aplicable a partir del 1 abril de 2025, protegiendo a los residentes y a la actividad económica de la ciudad, ya que se exime a los vehículos de carga y descarga, transporte escolar y discrecional de viajeros.
Marifrán Carazo anunció que la propuesta planteada por el Ayuntamiento de Granada solo afectará a los no residentes sin etiqueta ambiental y que tengan un vehículo anterior a 2001 en caso de gasolina, o anterior a 2006 en caso de diésel. Resaltando que esta medida “estima un mayor impacto en la calidad del aire, ya que se reducirá un 9,4% el tráfico y por tanto los vehículos altamente contaminantes que a diario entran en nuestra ciudad, lo que equivale a unos 6.700 vehículos.
La medida da respuesta así a la realidad del tráfico rodado en Granada, donde según los datos obtenidos en varias mediciones realizadas por el Ayuntamiento de Granada, el 70 por ciento del tráfico de la ciudad procede de fuera, de los que, en el registro realizado durante una jornada del mes de enero, alrededor de 6.709 vehículos carecen de distintivo medioambiental y por tanto son altamente contaminante.
La alcaldesa, tras abundar la delicada calidad del aire de Granada y en la peculiar orografía de la ciudad -situada en un valle, escenario de anticiclones persistentes, con baja intensidad de viento y aporte de polvo sahariano, “que la convierte en una ciudad de alto riesgo al exceder en ocasiones los niveles recomendados tanto de partículas de suspensión como de NO2”, a lo que se suma la obligatoriedad de cumplir la Ley de Calidad Ambiental.
“La implantación conllevará enormes beneficios que en la mejora de la calidad del aire “en tanto que se quitarán de circulación más de 6.700 vehículos altamente contaminantes”, dijo Marifrán Carazo.
Situación de circulación en Granada
Los datos de Movilidad registran que vehículos procedentes de la zona urbana que realizaron desplazamientos durante un día laborable ascendían a 17.474, que corresponde al 27,55% de los coches totales en ese día concreto, en una ciudad en la que, tal y como ha destacado la primera edil, “disponemos de una tasa de motorización de 601 vehículos por cada 1000 habitantes, muy por encima de la media europea y nacional, 530 vehículos y 592,4 por 1.000 habitantes, respectivamente”.
Así, según el estudio realizado entre el 8 de enero al 14 de ese mismo mes, de los 958.404 coches detectados en desplazamientos por la ciudad -teniendo en cuenta que un mismo coche puede pasar varias veces-, 129.916, un 13,56 por ciento, carecen de distintivo, mientras que los vehículos con etiqueta B representan un 33,26 por ciento, con 318.780 vehículos detectados. La mayor parte de las matrículas detectadas corresponden a etiqueta C, un 43,74 por ciento que corresponde a 419.233 coches detectados y la contribución al total de vehículos ECO y 0 es de un 7,92 y un 1,52 por ciento respectivamente.
Plazos
La implantación de la Zona de Bajas Emisiones de Granada contempla un primer periodo informativo, con un tiempo a modo de prueba, de octubre de 2024 a 31 de marzo de 2025, “con cámaras funcionando, pero sin sanciones”, si bien a partir del 1 de abril de 2025, los conductores con vehículos registrados fuera de la ciudad de Granada con coches sin distintivo ya no podrán acceder con sus vehículos al área afectada por la medida.
El proyecto de la Zona de Bajas Emisiones se ha llevado a cabo una vez se han realizado dos estudios por parte del área de Movilidad correspondientes a los meses de diciembre de 2023 y enero de 2024, en los que tal y como ha destacado la primera edil, “los valores son consistentes, si bien arrojan algunas diferencias debido a que corresponden a épocas del año en las que la ciudad registra una actividad muy diferenciada”.
El proyecto de implantación de la Zona de Bajas Emisiones, una vez presentado, se someterá a estudio, análisis y participación por parte de los agentes sociales y económicos de la ciudad, en tanto que, en palabras de la primera edil, “estamos ante un documento de base que debe servir para lograr una mejora de la calidad del aire y reducción del ruido con las menos restricciones posibles y la menor afección a los residentes y a la actividad económica”.
En este sentido, ha avanzado que esta medida, que se someterá a un estudio en 2028 para determinar el alcance de la misma, se espera tenga como resultado inmediato el trasvase de personas procedentes de fuera de Granada al transporte metropolitano, la renovación del parque móvil y el uso de los aparcamientos de borde, de los que ha destacado que, “se adoptarán acuerdos y medidas para favorecer el uso por parte de la ciudadanía”.
En paralelo
Granada dispone actualmente de aparcamientos de borde con 6.528 plazas. La red de parking de Granada está constituida por los aparcamientos en régimen de concesión administrativa de Méndez Núñez, con 805 plazas; Torres Neptuno, con 1.312; Arabial, con 466, mientras que Nuevo Los Cármenes tiene 853. Las plazas de aparcamiento de gestión privada corresponden a Hotel Luna de Granada, con 370 y los centros comerciales de Neptuno (878); Hipercor (1027) y Serrallo Plaza (817).
El Ayuntamiento de Granada proyecta a su vez un plan de medidas paralelas a la implantación de la Zona de Bajas Emisiones que, en palabras de la alcaldesa, contempla medidas para mejorar la carga y descarga, así como el estacionamiento del transporte escolar y discrecional de viajeros. Esta medida afecta, asimismo, a “al menos cinco ordenanzas, que tengan que sufrir alguna modificación”, ha explicado.
Paralelamente, la ciudad, en colaboración con la Universidad de Granada, aborda la realización de dos estudios relacionados con la implantación de la Zona de Bajas Emisiones. La primera investigación, un proyecto piloto en España denominado LEZIPA, trata de analizar mediante la realización de entrevistas personales y una encuesta a la población la aceptación social de la implantación de la ZBE. Hasta la fecha se han realizado entrevistas a asociaciones de transportistas, turistas, hosteleros, comerciantes, ecologistas y residentes. La segunda línea de trabajo de investigación permitirá conocer a través de un estudio el impacto socio económico de la implantación de la ZBE en Granada.
Por otra parte, se está trabajando con el Consorcio Metropolitano de Transportes para mejorar el transporte público que conecta la capital con el área metropolitana, de donde procede la mayoría del tráfico que circula por la capital.
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