La Policía Nacional y la Guardia Civil desarticulan dos centros de producción de marihuana en Ogíjares

Tres personas han sido puestas a disposición judicial por sendos delitos de tráfico de droga y defraudación de electricidad

La Policía Nacional y la Guardia Civil, en el marco de las operaciones Déjà Vu y Green Monkey, han actuado de forma conjunta para desarticular dos centros de producción de cannabis sativa en dos viviendas de la localidad de Ogíjares.

En esta operación los agentes se han incautado 1.129 plantas de cannabis sátiva en avanzado estado de crecimiento.

Tres personas han sido investigadas como presuntos autores de un delito contra la salud pública por cultivo y tráfico de drogas y de un delito de defraudación de fluido eléctrico.

Producción de marihuana

Los agentes de ambos cuerpos policiales obtuvieron información relativa a la existencia de dos posibles centros de producción de marihuana en dos viviendas contiguas de la localidad de Ogíjares. Tanto Policía Nacional como Guardia Civil iniciaron una investigación y coordinaron sus acciones para el desmantelamiento de ambos centros.

Previamente los investigadores contaron con la colaboración de los técnicos de la compañía suministradora de electricidad para comprobar que existían sendas dobles acometidas ilegales a la red eléctrica en las dos viviendas sospechosas. En las mediciones efectuadas se comprobó además que en ambas viviendas el consumo eléctrico era muy superior al correspondiente a una vivienda unifamiliar.

Registro de las dos viviendas

Los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado –UDYCO- de Policía Nacional de Granada en coordinación con el Área de Investigación de la Guardia Civil de Maracena, tras solicitar la pertinente autorización judicial procedieron al registro de las dos viviendas. En la primera vivienda localizaron 542 plantas e investigaron a un hombre de 68 años de edad; mientras que en la segunda intervinieron 587 plantas e investigaron a dos jóvenes de 19 años.

Los técnicos de la compañía eléctrica aprovecharon la protección que les prestó la Guardia Civil para desconectar las seis viviendas que estaban enganchadas ilegalmente a la red eléctrica.