23 de noviembre de 2024

Andalucía pretenderá ser Singapur (aprendiendo de ellos para no fallar en lo mismo)

Antonio L.Juárez/Photographers

Nunca el «Divide y Vencerás» ha tenido tanto sentido como con esta crisis sanitaria. Todo parece indicar que el desconfinamiento en España no se va a hacer de manera unilateral ni homogénea. Parece que las Comunidades autónomas van a tomar la sartén por el mango y la toma de decisiones de la desescalada. Y uno de los referentes en el horizonte para Andalucía y el mundo entero es la ciudad/estado de Singapur. Eso sí, empezó muy bien pero ha sufrido un gran rebrote (controlado) en los últimos días. Separar la desescalada puede ser sinónimo de victoria (a la larga). Y hasta Fernando Simón ha abierto la puerta a esa situación: “Es cierto que puede haber en un momento determinado posiciones en las que diferentes territorios puedan tener diferentes velocidades en el proceso de transición, siempre y cuando se pueda garantizar el control adecuado de los riesgos para los demás”.

Pues Andalucía ya lleva día pidiendo la desescalada y se deberían fijar en Singapur donde fueron capaces de contener el virus desde que el 23 de enero se reportara el primer caso. Eso sí, contaron con todas las herramientas y todos los recursos disponibles al servicio de la sociedad. Antes ni siquiera de que la enfermedad se bautizara como Covid-19, Singapur se había convertido en uno de los países con las fronteras más restrictivas. Además era el país que más controles hacía en el mundo. Y puso de moda su sistema de rastreo a todas aquellas personas que habían estado en contacto con algún infectado.

En apenas dos horas, gracias a una aplicación móvil, tenían una lista con todo su entorno, que era inmediatamente puesto en cuarentena en casa.Y comparar Singapur con España es complicado, teniendo en cuenta que los asiáticos cuentan con poco menos de seis millones de habitantes y España 47 millones. Por tanto, las comunidades podrían tomar su modelo y aprender de los errores. La gran duda es si contarán con los medios necesarios.

Porque incluso con todos esos medios en su poder, hace unos días se conoció un rebrote en el país asiático. Pero antes de eso fueron capaces de mantener los nuevos casos por debajo de 50 diarios durante todo el mes de marzo y sin necesidad de confinarse completamente. Eso sí, el rebrote apareció a pesar de las medidas: Aislamiento de los contagiados, realización masiva de test y rastreo. Ahora, cuando todo parecía que era el modelo a seguir, los nuevos casos se están multiplicando y han vuelto a señalar un confinamiento más duro que se va a tener que ampliar. Qué ha fallado, entonces?

Singapur fue foco de elogios para la OMS (Organización Mundial de la Salud) en el inicio. Del país se resaltaron sus medidas tempranas y sus controles. Eso sí, en Singapur se dejaron a un lado un sector de la población que ahora parece ser el foco principal del rebrote: Los pobres. Porque sus controles masivos dejaban fuera a casi un millón de habitantes, de clase baja, que no tenían acceso a tests y seguimiento médico como el que sí tenía el resto de la población. Ahora se ha identificado la mayor parte de los nuevos positivos en ese grupo masivo de personas. Así que de esa situación se aprende que los test masivos a todo el mundo son vitales. Y el aislamiento.

Desescalada en Andalucía como en Corea del Sur o Singapur

Por tanto queda claro que la realización de test masivos es fundamental. La relajación en las distancias sociales de seguridad también pueden ser perjudiciales en el futuro. Por eso, las medidas de confinamiento o las medidas rápidas son excelentes para contener el virus pero la relajación no es el camino. Países como Corea del Sur envían paquetes de comida, (financiados por Samsung) a las propias casas. Es el país que mejor ha tratado la contención del virus con test masivos desde el inicio y la obligación de llevar mascarillas desde el comienzo también para salir a la calle.

La tibieza en Singapur ha hecho rebrotar el virus que parecía estar controlado. Eso puede pasar en España y en la desescalada por zonas, si no se es estricto. Un alcalde que ha mostrado su fortaleza a cerrar sus accesos es Germán Beardo, alcalde de El Puerto de Santa María: «Ya cerramos el paso a nuestra ciudad a todo el mundo durante la cuarentena y haremos lo mismo en verano con nuestras playas si es necesario en la desescalada». No le tiembla el pulso y es una decisión valiente y necesaria.

Porque el mundo al que vamos a llegar cuando se abran las puertas de casa va a ser muy difícil al que conocíamos. El distanciamiento social será una obligación sine die. Los abrazos y besos pueden esperar. Y las playas también. Pero en Andalucía Juanma Moreno quiere que la desescalada empiece por aquí y todo apunta a que así será. Y los andaluces deberíamos fijarnos en cómo lo han hecho los países asiáticos para aprender de sus errores y vencer.

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