¿Se podrá reanudar el curso lectivo antes de llegar a verano? Es la pregunta que preocupa a padres y alumnos de toda Andalucía y España. Las clases presenciales en las universidades andaluzas no se retomarán en lo que queda de curso lectivo 2019-’20. Así se hizo público en el día de ayer tras una reunión telemática entre los rectores y rectoras de los diez centros universitarios de nuestra comunidad. Ahora bien, ¿qué va a pasar con los centros de enseñanza infantil y primaria y con los IES? Por el momento nada es oficial, aunque se barajan varios supuestos. Desde volver a mediados de mayo, como teoría más optimista, hasta no retomar las clases presenciales en lo que queda de curso, imitando al colectivo universitario.
En Radio Marca Digital hemos querido conocer la opinión de varios profesores de este tipo de centros. Hemos charlado con ellos sobre el confinamiento. ¿Cómo está siendo la relación a distancia con sus alumnos? ¿Qué tal llevan impartir materia sin tener contacto con ellos? ¿Cómo ven la posibilidad de reanudar el curso lectivo? ¿Cómo están respondiendo alumnos y familias a la situación escolar? Son algunas de las preguntas que ellos mismos nos han contestado.
La importancia del apoyo tecnológico
Luis Castro, profesor de secundaria y de bachillerato de artes en el IES Castillo de la Yedra, en la localidad jienense de Cazorla, nos cuenta que “hay compañeros que están usando Google Classroom, otros Hangouts, otros Moodle…”. Diferentes plataformas online para comunicarse con los alumnos y poder transmitirles materia, ya sea nuevo o para reforzar la impartida anteriormente. Precisamente sobre esa última que mencionaba Luis nos habla también Fran Olmo, profesor de secundaria en el Colegio Nuestra Señora del Rosario de Granada: “Nos estamos formando con un curso que proporciona la Junta en una herramienta que se llama Moodle. Es una plataforma para comunicarnos con los alumnos, para colgar contenido, videos, materia…”.
Algunos centros ofrecen también sus propias formas de comunicación con el alumnado. Es el caso, por poner dos ejemplos, del Colegio Mulhacén de Granada, perteneciente al grupo Attendis, y del mencionado Nuestra Señora del Rosario. El primero, como contaba su director, José María de Andrés, en Directo Marca Granada a comienzos de esta semana ha habilitado una plataforma que se llama Attendis at home:“Tenemos que trasladar las clases a las casas de las familias. Vamos a intentar salvar el curso de la mejor manera posible a través de la tecnología. La idea es que ningún niño se nos quede atrás este curso. Todos los alumnos del colegio, desde los cero años hasta los de 2º de bachiller, van a recibir semanalmente lo que deben aprender”. El segundo de ellos, a través de la página web del centro, provee a los alumnos de contenido académico.
Algunos problemas de comunicación
Sin embargo, la forma oficial de comunicación con las familias y con los alumnos es una aplicación llamada iPasen. Dicha APP permite el intercambio de archivos y en épocas de normalidad la consulta del horario de los alumnos o los boletines de notas de cualquier materia. El problema, cuenta nuevamente Luis Castro, es que “hay padres que no se preocupan mucho. Otros que por cuestiones económicas no tienen acceso a un ordenador o a una conexión a internet buena. Además, la primera semana de confinamiento el sistema no funcionaba bien, porque todo el mundo se conectó a la vez y se saturó. Así que yo al principio trabajaba a través del email”. Esto, prosigue Luis, también tiene sus limitaciones: “El parón de las clases fue muy precipitado y no me dio tiempo a hacerme con el correo electrónico de todos los alumnos. De todos los grupos a los que doy clase, hay algunos que tengo contacto prácticamente con todos, pero en otros no puedo comunicarme con la mitad…”.
No todo son malas noticias
El propio Luis Castro reconoce que “no todo es malo, los alumnos con los que sí tengo contacto están teniendo buena actitud”. De igual modo se expresa Fran Olmo: “La respuesta está siendo buenísima. Las familias están teniendo muy buena predisposición, los alumnos también, están trabajando mucho. Todos me contestan, a todos les llegan las notificaciones”. Y reconoce que “tengo la suerte de que las familias de los niños a los que doy clase tienen los medios para seguir el curso desde casa sin problemas. Ayer hice dos videollamadas grupales por Zoom con los dos cursos de 1º de ESO y solo me fallaron cinco niños de un total de sesenta”.
El director del Colegio Mulhacén, por su parte, ve una forma de que todos aprendan de esta situación: “Esto nos sirve de aprendizaje a todos. También a los profesores. Nos estamos dando cuenta de cosas que se pueden hacer incluso en el aula”. Ellos, además, han abierto las clases del periodo de infantil a todo el mundo: “Los profes de infantil han estado trabajando en las fichas de toda la semana. Y las hemos abierto a todo aquel que quiera acceder a ellas tanto en nuestra web como en redes sociales. Todos los niños pueden hacerlas, no solo los que están matriculados en nuestro centro”. Y añade: “Han llegado hasta Bilbao, porque me han hablado amigos que tengo allí dándome las gracias, porque les ha venido muy bien”.
Profesores y padres
La casualidad quiso que los tres profesores entrevistados estén viviendo la situación académica desde los dos puntos de vista. Obviamente, desde el punto de vista como profesor, pero también desde la perspectiva de ser padres. Fran Olmo, con un niño de dos años, no contaba que “se hace algo difícil, porque es pequeño y siempre quiere jugar, se está moviendo, etc. Al ser tan pequeño no tiene tarea. Antes se iba a dormir a las 20:30 h. y caía rendido, ahora hay que acostarle algo más tarde”. Por su parte Luis Castro, con dos hijos en cursos de secundaria y otro universitario, reconocía el problema a la hora de trabajar todos a la vez: “Normalmente el mayor trabaja con su ordenador, el mediano con el mío y la pequeña con la Tablet. Hasta que el mediano no termina sus tareas no empiezo yo con las mías”.
El 13 de marzo, comienzo de todo
Quisimos saber también cómo fue el momento en el que se enteraron de la suspensión de las clases y cómo les afectó a la forma de impartir la materia. José María de Andrés, desde su puesto de director, nos asegura que todo sigue de la forma más normal posible: “Los tutores siguen en contacto telefónico, el gabinete psicopedagógico del colegio sigue trabajando… Hemos tenido que trasladar las fechas de los exámenes, pero los profesores siguen teniendo sus sesiones de evaluación. Hemos mantenido el horario de clases y recreo. Tenemos la misma distribución que cuando los niños venían al colegio”.
Fran Olmo reconocía que “cuando tuvimos el corte de clases todavía teníamos no habíamos hecho la segunda evaluación, entonces la tenemos pendiente para el momento en el que podamos reanudar el curso lectivo”. Además, no hay añadido materia desde entonces: “Comenzaremos con contenidos nuevos tras la Semana Santa. Durante los días que llevamos en casa ha sido todo repaso”. Tampoco ha ampliado materia Luis Castro, al que la notificación oficial informando del parón del curso le llegó de regreso a Granada: “Le pregunté a quinta hora del viernes 13 de marzo a un miembro de la directiva del IES y me dijo que no había aún ninguna noticia. Luego, por la tarde, nos dijeron que no volviésemos. Yo me lo vi venir y me llevé cosas del centro a casa para trabajar, pero hay compañero que lo tienen todo allí”. Además, expresa con resignación que “no nos dicen mucho. Nos dijeron el primer día, básicamente, que ‘hiciésemos los que pudiéramos’ y así seguimos. El jueves día 2 de abril salió una notificación diciendo que nos adaptemos a estar a distancia, que incluyamos apoyo visual o web en la materia, pero eso ya lo estamos haciendo…”.
¿Se podrá reanudar el curso lectivo?
Todos se mostraron bastante cautos ante la posibilidad de reanudar el curso lectivo. “Supuestamente, la Junta quiere retomar entre finales de mayo o principios de junio, pero a ver qué pasa”. Fue una frase repetida por los tres. Fran Olmo, además, reconocía que “para mí es mucho más fácil dar clase normal, ir al colegio, dar la clase allí… Pero es un riesgo, porque los niños son un grupo de población que contagia mucho. No sé si sería lo ideal…”.
Segundo de bachiller, un caso especial
Por último, Luis Castro expresaba su preocupación por los alumnos de 2º de bachillerato: “Son un caso especial, porque están a pocos meses de la prueba de acceso a la universidad y no saben qué va a pasar. Es complicado, porque no hay comunicado oficial. Creo que quieren dejar el temario donde se quedó y reforzar contenido, pero no hay nada seguro. Yo estoy mandando ejercicios de lo último que dimos, porque de los últimos cuatro temas no nos dio tiempo a hacer el examen”. Y finaliza: “Dar clase así es muy raro”.
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