En los últimos días se ha dado a conocer una nueva aplicación para dispositivos electrónicos. En esta ocasión, llenar el tiempo libre de los usuarios con memes, filtros o bailes de discutible gusto y utilidad no es su horizonte. Su objetivo, al menos a priori, es facilitar el rastreo del COVID19 entre los usuarios.
Radar COVID es una app disponible para los sistemas Android e iOS diseñada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Con ella, el gobierno pretende hacer descubrir a la población si el coronavirus se encuentra en su entorno cotidiano. «Conoce en todo momento si te expones al coronavirus, ayudándote a protegerte y proteger a los demás», reza la propia aplicación.
Además, este radar permite comunicar de forma anónima un diagnóstico personal positivo en COVID19 para avisar de ello a las personas que hayan podido tener contacto con dicho positivo. «Si estuvieras afectado, comunicaremos la exposición de forma anónima a las personas con las que has estado en contacto» mediante una notificación convencional de la propia app.
A simple vista, parece una herramienta muy apropiada para ayudar a los usuarios a protegerse ante la propagación de la pandemia en la calle. Sin embargo, presenta algunas características que pueden reducir la efectividad pretendida por sus creadores. Por ejemplo, según explica la propia app, «las alertas de exposición se envían sin indicar cuándo y dónde se produjo la exposición», lo que puede mermar la eficacia a la hora de detectar la situación de riesgo.
«En los centros de salud, cuando una persona da positivo mediante test PCR, el rastreador se encarga de llamar a todas las personas que han tenido contacto con el positivo en los tres días previos para hacerles PCR», relata el doctor Alfonso Buendía, médico de un centro sanitario del cinturón metropolitano. «Esta es una labor más seria y eficaz a la hora de descubrir el rastro del virus» que la información que proporciona la app.
Fallos de seguridad, el paraíso del hacker
Por otro lado, la necesidad de mantener activados tanto el Bluetooth como la ubicación permanentemente puede suponer un obstáculo a ojos de los expertos. «La ubicación sí es necesaria, pero no entiendo el hecho de tener que activar el Bluetooth para que la app funcione, ya que el Bluetooth lo que permite es poder conectarse o intercambiar información con otros dispositivos», señala Francisco Calvo, informático. «Hay otras aplicaciones, como el juego Pokemon GO, que usan nuestra localización solamente mediante la activación del GPS».
Francisco afirma que se podría mejorar la app eliminando este aspecto del Bluetooth, debido a que «exige un mayor rendimiento al terminal y provoca un mayor gasto de la batería». Además, llevar el Bluetooth conectado todo el tiempo puede suponer un problema de seguridad.
«Con el Bluetooth activado, el terminal está emitiendo datos y esperando a que otro terminal le responda. Hay una técnica ‘hacking’ conocida como ‘Man-in-the-Middle’ -ataque de intermediario- con la que otro usuario puede conectarse y entrar en el dispositivo superando el control de seguridad interno para extraer datos», asegura este informático.
Otra mejora podría ser la sustitución de la ubicación en tiempo real. «Se podrían consultar a posteriori los lugares que se han transitado y que la app reconociese si ha habido o no exposición al virus».
Virus de distancias cortas
Por último, hay un aspecto que rechina demás, por encima de los asuntos tecnológicos o de funcionamiento de la app: la honestidad del usuario. Para que el aviso afirmativo de exposición se emita adecuadamente, es necesario que aquellos usuarios infectados de COVID19 confiesen, anónimamente, su positivo.
«Dudo mucho que el uso de esta app se extienda todo lo que debería para ser realmente útil. Creo que la mayoría de la gente infectada por COVID19 no la usará. Para que funcione tendría que tenerla descargada toda la población y, sobre todo, las personas infectadas tendrían que notificarlo», afirma el doctor Buendía.
Además, «la transmisión del virus se produce fundamentalmente a nivel de reuniones familiares y de amigos. Ahí la gente se relaja y no cumple con las medidas de seguridad de un modo eficaz. En ese sentido, la app no tiene utilidad, porque si tu familiar o amigo da positivo, te lo va a decir directamente». Por tanto, ¿las posibilidades de contraer el coronavirus descienden en el entorno urbano?
«El virus no se transmite a través del aire -prosigue el doctor Buendía-, sino de persona a persona con un contacto muy estrecho, sin respetar distancias, ni la higiene de manos y sin usar mascarilla». El doctor Buendía pone un ejemplo. «En el caso de que una persona positiva y otra negativa compartan un mismo espacio, por ejemplo el autobús, si ambas llevan mascarilla y mantienen las distancias de seguridad, es muy complicado que se haya contagiado la negativa».
Por ultimo, el doctor nos da la clave para evitar el contagio del coronavirus y frenar su propagación. «El principal instrumento para controlar la pandemia es mucho más sencillo: respetar la distancia social, llevar mascarilla y hacer lavados de manos con frecuencia». Algo que no ocupa espacio en el dispositivo, el principal enemigo de las aplicaciones.
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