22 de noviembre de 2024

La Policía Nacional detiene a una mujer que habría fingido dos episodios de agresiones sexuales y un robo.

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Granada a una mujer de 24 años de nacionalidad española. No contaba con antecedentes policiales anteriores como presunta autora de realizar dos denuncias falsas. Los motivos, agresiones sexuales mediante tocamientos, lesiones de carácter leve provocadas con un destornillador. Así como el robo mediante violencia e intimidación de dos teléfonos móviles. Además de 13.000 euros en efectivo que, tras la investigación policial, resultaron ser falsas.

Agentes especializados en este tipo de delitos de la Policía Nacional de Granada iniciaron investigaciones. Dos denuncias formuladas por una mujer de 24 años. La primera de ellas el pasado día ocho de septiembre en la que manifestó que días antes. Por la mañana, cuando corría por la vía pública por la zona del Serrallo fue atacada por la espalda por un varón que le pasó una cuerda por el cuello. Le oprimió durante varios minutos mientras la agredía sexualmente mediante tocamientos y le sustrajo su teléfono móvil.

Varias semanas después, los policías se encontraban llevando a
cabo las gestiones de investigación. La mujer se personó nuevamente en
comisaría. Quería denunciar un nuevo ataque violento. En esta ocasión relató como el mismo desconocido se le acercó por la espalda cuando caminaba por otra calle próxima al lugar del primer suceso. La sujetó contra la pared donde utilizó un destornillador para romperle varias prendas de ropa. Le produjo diversos arañazos por varias partes de su cuerpo. En esta denuncia añadía como el individuo le había realizado nuevamente tocamientos de carácter sexual. Además, le sustrajo su cartera con diversos efectos, otro teléfono móvil. Añadiendo una cantidad de dinero que superaba los 13.000 euros que decía haber sacado de su entidad bancaria.

La mujer se personó las dos veces en los servicios hospitalarios de urgencias. Fue atendida y explorada por facultativos médicos. Quienes expidieron sendos partes de asistencia. Heridas leves y un cuadro de ansiedad. En ambas ocasiones los agentes siguieron el protocolo de actuación para las víctimas de delitos violentos y sexuales. Le informaron de los derechos, ayudas pública. Además de las asistencias a su disposición como víctima de los episodios denunciados.

En este tiempo los policías recibieron nuevas denuncias por parte del novio de la víctima. Recibía mensajes en su teléfono móvil desde uno de los teléfonos sustraídos a la mujer. Insultaba y amenazaba gravemente con atentar nuevamente contra la vida e integridad física de ambos. El
denunciante manifestó estar padeciendo una gran inseguridad y dijo que la situación era insostenible para ambos.

Según se desprende de la investigación, la denunciante habría mentido en
todas sus denuncias. Al parecer perdió su teléfono móvil y dijo que se lo
habían robado durante una agresión sexual. La joven formuló la denuncia
ante los agentes de la Policía Nacional. Su novio desconocía la falsedad del testimonio. La segunda denuncia la realizó para justificar la falta de devolución de un dinero que le debía a éste. También fue la fémina quien envió los mensajes de contenido insultante y amenazante a su novio. Al parecer con la intención de dar credibilidad a su historia. Así desviar la atención del chico sobre el asunto del dinero y conseguir su atención.

Los agentes obtuvieron indicios de la falsedad de las manifestaciones
vertidas por la joven. Posteriormente le detuvieron como presunta autora de simular los delitos denunciados. La arrestada mostró su arrepentimiento por sus actos ante los policías. Los cuales ya han comunicado el resultado de las investigaciones a la autoridad judicial.

La Policía Nacional informa que denunciar hechos inexistentes tiene graves consecuencias. Fingir ser víctima de un hecho que no ha ocurrido constituye una infracción penal. Denunciar un delito inventado supone la utilización de numerosos recursos humanos y materiales para la investigación de unos hechos que no han sucedido. Restan esa dedicación al seguimiento de los efectivamente cometidos con el consiguiente perjuicio para las verdaderas víctimas.

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