Pilar Aranda, rectora de la UGR, ha dado la cara ante los medios de comunicación tras conocer las medidas restrictivas impuestas por la Junta de Andalucía. Ha mostrado su sorpresa y descontento ante la decisión tomada por los consejeros.
Ha hecho hincapié en que espera que le pasen los datos para la toma de esa decisión porque no era lo que ella esperaba. «Lo que importa es que se han tomado decisiones en contra del rigor, formación e investigación, manejando cifras que desconozco», contaba a los medios. Defiende que en la UGR se cumplen las medidas y los protocolos necesarios para garantizar la salud a los estudiantes. «No hay brotes en las universidades, ni en escuelas. Sí en residencias que no dependen de la UGR«, recalcaba la rectora.
«Me entristece que se valore más los bares y el ocio nocturno que a la vida universitaria y la formación. Cierran aulas, seminarios, bibliotecas y laboratorios, pero el ocio nocturno sigue», decía Pilar Aranda. Se muestra sorprendida con la medida al ver cómo se valora lo que es una universidad de prestigio como la UGR. Todo por un hecho aislado en la calle Ganivet que no tiene que ver con estudiantes. «Esa calle no es frecuentada por estudiantes, pero sí tuvieron un mal comportamiento ciudadano.»
Pilar Aranda que no quiere entrar en enfrentamientos entre instituciones. Cierra la rueda de prensa comunicando que la idea es una universidad presencial lo más segura posible. Aunque siente que están preparados en 48 horas para cambiar las clases presenciales a online.
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