Ni siquiera la muralla más alta del mundo pudo cerrarle el paso. Con su metro y 65 centrímetros de estatura, el ’10’ consiguió sortear a los gigantes suecos para volver a salirse con la suya. Eso sí, disfrazado de ‘9’, quizá para intentar pasar desapercibido entre una algarabía desconocida que resonaba como siempre. Pero no es fácil esquivar los focos si eres Diego Armando Maradona en tu debut con la rojiblanca todavía vertical.
Faltan sólo unas horas para que el Granada CF se vea las caras con el Malmö FF en la última eliminatoria previa de la Europa League. Pero ha sido durante toda la semana previa cuando en la ciudad de la Alhambra se ha rememorado todo un hito en la historia del club rojiblanco: el partido que Diego Armando Maradona disputó en el Granada CF y ante el mismo cuadro sueco.
Desde 1987 ha llovido mucho. El Granada ha pasado por prácticamente todas las categorías del fútbol español y se ha estrenado en competición europea. Precisamente, fue a partir de 1987 cuando el conjunto rojiblanco vivió los años más negros de su vida tras bajar a Segunda División B. Descensos, decepciones mayúsculas, deudas financieras, posibilidades de desaparición… Pero también vio al mejor jugador del mundo enfundarse su zamarra y maravillar por un día al estadio de Los Cármenes. Al ‘Viejo’.
Como recién ascendido a Segunda, el Granada se reforzó con el fichaje de Lalo Maradona. El hermano menor del ‘Pelusa’ llegaba procedente de Boca Juniors por una importante suma de dinero. «El traspaso costó 20 millones de pesetas. En los términos del fichaje, se pactó que los tres hermanos Maradona jugaran un amistoso con el Granada. Con ese partido celebrado en Los Cármenes, ya se amortizó el fichaje de Lalo», ha explicado Jaime Esteban, responsable del área social del Granada CF, en Radio Marca Granada.
Tarde histórica en Los Cármenes
Fue un 15 de noviembre de 1987. El Granada CF recibía en su feudo al Malmö, un grande de Europa, que había logrado un subcampeonato en 1979. La expectación en la capital granadina fue máxima. Por primera y única vez, Diego Armando Maradona iba a jugar para el Granada CF. «Fue un partido con muchas anécdotas. Se vivió como algo histórico«, cuenta Esteban.
Una de ellas fue que el estadio situado junto a la antigua cárcel no se llenó. «El club contaba con un pequeño local en la calle Sagrario, donde se pusieron las entradas a la venta. Hubo goteo continuo de aficionados que acudieron a adquirir entradas. Pero se puede comprobar que, a pesar de la buena entrada que se registró en Los Cármenes, no se llenó. Los precios iban desde las 700 hasta las 3.000 pesetas».
El encuentro comenzó torcido. El Malmö se adelantó con un tanto de cabeza en la primera parte. Aunque Diego centraba toda la atención, el ’10’ de Argentina y del Napoli, flamante campeón del Mundial de México en 1986, se encargó durante los 90 minutos de hacer brillar a su hermano. No a Hugo, que jugó el partido como futbolista del Ascoli, sino a Lalo, el granadinista.
Así, el ‘Pelusa’ «le puso en bandeja el gol del empate. Consiguió filtrar un pase al hueco entre dos defensas suecos, un pase que culmina Lalo sólo contra el portero». Más adelante, volvió a marcar el Malmö, pero cuando de verdad estalló Los Cármenes fue con la magia de Diego, aquel día vistiendo el ‘9’, pues el ’10’ se lo cedió a Lalo.
«Cada vez que Diego tocaba el balón, el campo se venía abajo. La gente se levantaba de la grada con cada regate. Había muchísima expectación. Pero cuando se cae Los Cármenes de verdad, fue en el gol de falta de Diego. Tenía un guante. Metió la pelota entre la cabeza de los centrales, desde el semicírculo del área. El balón entra casi tocando la línea de gol. Lo celebró como si hubiese tenido a los ingleses delante, en vez de a los suecos».
El tanto del triunfo lo anotaría Manolo, pero los ojos de toda Granada no podían desviarse de todo lo que hacía Diego Armando, capitán de los rojiblancos aquel día. «Fue el capitán del Granada, pero no vistió la camiseta oficial. Tampoco lo hizo Hugo, por motivos de patrocinio. Los tres hermanos aparecen con camisetas distintas. El club tuvo que buscar otras camisetas sin la publicidad del Granada. Las encontraron, pero con las rayas invertidas».
El ídolo de los humildes
Maradona llegó a Granada con la vitola del mejor futbolista del mundo bajo el brazo. A pesar de eso y de su show de regates, desmarques y fútbol, los que conocieron al ‘Pelusa’ se quedaron sorprendidos con su humildad. «Todo el mundo con el que he podido a hablar destaca su humildad. Choya, un futbolista del Granada que jugó aquel partido, comenta que se llevó un saco de balones al vestuario para que los firmara. Diego se tiró 30 minutos firmando balones como uno más, sin ningún tipo de excentricidad».
El Granada CF vivió aquel 15 de noviembre uno de los días más memorables de su larga historia. Esta tarde le toca vivir otro más. «El de hoy es el partido más ilusionante, pero no sé si será el más importante. Es algo histórico. Han sido 90 años de historia en los que hemos pasado de todo. Esto es un premio a lo que hemos vivido como aficionados en todo este tiempo».
En el Malmö New Stadion no estará Diego Armando correteando por el verde con la rojiblanca horizontal. Está por ver si alguien se disfrazará del ’10’, o del ‘9’, para guiar al Granada a la fase de grupos de la Europa League. Al menos, los rojiblancos contarán con su Diego particular. Martínez, que no es poco.
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