«Ganar, ganar, ganar y volver a ganar». Es quizá una de las frases más repetidas en la historia moderna del deporte. Perfectamente entendible cuando hablamos de competición profesional, donde la victoria debe primar sobre (casi) todas las demás cosas. Pero cuando hablamos de niños en edad escolar las prioridades deben ser otras. Y así lo comprobamos con Álvaro de la Higuera, responsable de deportes del Colegio Mulhacén, cuando tratamos el baloncesto, deporte al que se dedica en cuerpo y alma.
Álvaro es, además del responsable de deportes, el entrenador de basket de todas las categorías del colegio. Desde los más pequeños, en edad benjamín, hasta los mayores, los juveniles. En La Gaceta de Granada pudimos conversar con él tras conseguir esta temporada ganar los Juegos Deportivos Municipales de Granada en las categorías cadete y juvenil. Algo que, como él mismo dice, «no es el objetivo principal, es la consecuencia de otras muchas cosas que sí nos marcamos como objetivos».
Entrenamientos entre clase y clase y partidos los fines de semana
Cuando hablamos de deporte escolar, hablamos del deporte en su más pura esencia. Entrenarse, ejercitarse, instruirse (cada uno que lo llame como quiera) por el simple hecho de disfrutar y socializar. «Vienen pocas horas, entrenan en el rato que tienen entre clase y clase», nos cuenta Álvaro, quien concreta un poco más: «Normalmente hacemos tres entrenamientos de cuarenta minutos cada semana«.
Para los niños puede parecer poco tiempo. Para él, como entrenador, un rompecabezas para cuadrar entrenamientos de cinco equipos distintos. A eso, además, hay que añadir los partidos contra otros colegios: «Los partidos se jugaban los sábados por la mañana, pero cada vez hay más equipos y empiezan a ocupar también los viernes o jueves. Incluso algún domingo».
Sin embargo, no hay nada que desmotive al ‘míster’. Al contrario, por lo que nos cuenta: «Ha sido un año duro por tener que organizar cinco equipos, pero ha sido espectacular, he disfrutado mucho. He terminado muy satisfecho. Tengo una relación muy buena con los niños y los padres. Me siento muy cómodo en el colegio». En lo personal, lo que Álvaro busca es «que se diviertan, que aprendan, que se vean más sueltos, esos son los objetivos«. Es también el objetivo que se marcan desde el centro: «No queremos solo que compitan y ganen, sino que se diviertan, que lo pasen bien con los compañeros, que no tengan la única necesidad de la victoria. Hacer equipo es otra de las cosas que queremos, uno de los objetivos».
Objetivos cumplidos para el Colegio Mulhacén
Y el entrenador da fe de que ese objetivo se ha conseguido: «Muchas veces decimos que los niños no tienen disciplina y no es cierto en este caso. Con el estrés de estar entre clase y clase vienen, entrenan perfectamente y están deseando venir ya al siguiente entrenamiento. Han formado auténticos equipos, algo muy bonito. Se lo he dicho a los niños y a los padres, para mí es precioso trabajar con ellos». Algo que se ha visto reflejado también en el número de alumnos que han formado parte de los equipos de baloncesto esta temporada 2021-2022. «Este año he tenido 85 niños, ha sido muy gratificante. Siempre intento captar la atención de los niños pasándome por las clases, etc. Hay años que alguna categoría se queda sin equipo, pero este año hemos tenido equipo en todas».
También, a criterio del propio Álvaro de la Higuera, se han cumplido los objetivos de disfrute y diversión por parte de los chavales. «Mi objetivo es notar que ningún niño se aburre ni está triste. Mi satisfacción es ver que este año lo empecé con setenta y pico chavales, no se desapuntó ningún alumno durante el curso y, además, vinieron diez o doce más. Creo que es señal de que se divierten y están bien», nos asegura.
Y además…victoria
Claro, si a todo esto, le añades la victoria, la cosa mejora todavía más: «Repito que es la consecuencia, no el objetivo, pero es que ha sido muy bonito todo». Los equipos cadete y juvenil lograron imponerse a todos los demás conjuntos en sus respectivas categorías. En una competición con fase de grupos y diversas eliminatorias, los equipos del Colegio Mulhacén lograron subir al cajón más alto del podio. Una competición que, por cierto, cumple este año 35 ediciones.
Concluye la charla casi emocionado Álvaro de la Higuera reconociendo que «se lo merecen«. Y añade: «Sí, se lo merecen. Que haya salido un año tan bonito después de un tiempo tan difícil sin poder entrenar ni jugar, es para valorar. Se lo merecen. Sin duda».
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