Acabar bien la temporada decía José Ramón Sandoval que pretendía su equipo en los tres partidos que restan antes de irse a Segunda División. Ganar fuera de casa por primera vez en lo que llevamos de Liga. Pues ni una cosa ni la otra. El Granada volvió por sus fueros a mostrar la peor versión posible en Vallecas, cayendo derrotado por 2-1 pese a jugar con un hombre más desde el inicio del choque.
Más de medio equipo nuevo respecto al once presentado frente al Real Madrid, con jugadores insólitos desde hace tiempo, como Raúl Torrente o Corbeanu, y con uno que debutaba en Primera División y fue protagonista del primer gol rayista, el meta Marc Martínez. Empezó fuerte el Rayo, llevando la iniciativa y asediando la meta andaluza, hasta que en el minuto 3, Óscar Trejo levantó de forma temeraria su bota para impactar en la cabeza de Miguel Rubio. El central tenía sangre en la oreja y Díaz de Mera tuvo que ir al monitor para convertir su tarjeta amarilla en roja.
La inferioridad numérica no pasó factura a los de Íñigo Pérez que acto seguido tuvieron una clara oportunidad que desbarató Gerard Gumbau tras el pase de la muerte de Álvaro García. El Granada no sacaba rédito a jugar con uno más, siendo el Rayo el que gozaba de las mejores ocasiones del encuentro. Y así, en una acción ensayada desde el corner, Isi lanza escorado a portería para que, incomprensiblemente, Marc Martínez no detuviera la bola, Miguel Rubio despejase de manera defectuosa, y el central Lejeune de medio chilena abriera la lata.
El debutante Rodelas, lo único salvable
El arreón del Granada para tirar de orgullo y pundonor no se produjo, siendo los vallecanos quienes estuvieran más cerca de ampliar diferencias que de verse empatados en el marcador. Tras el paso por vestuarios, Corbeanu y Melendo dejaban su sitio a Callejón y Gonzalo Villar, y los nazaríes daban un paso adelante aunque sin inquietar al exrojiblanco Stolen Dimitrievski.
Fue sin embargo la entrada de un canterano como ‘Chiqui’ Rodelas la que dio aire fresco a los andaluces. En sus botas había magia y tuvo el descaro suficiente de un niño que se estrenaba en Primera para inquietar por fin a la zaga local. El Rayo seguía contragolpeando y Álvaro García no supo aprovechar otro regalo de Gerard Gumbau para a puerta vacía y, tras superar a Marc Martínez, meterla en la red.
Pero tanto fue el cántaro a la fuente que se acabó rompiendo cuando tras un saque de banda y con una disputa de Pate Ciss que el VAR revisó, Jorge de Frutos aprovecharía un rebote para anotar el dos a cero que parecía definitivo. Aunque Rodelas estaba dispuesto a ser el ‘mvp’ de su equipo, y así en el 89′ asistía a Lucas Boyé que con un taconazo marcaba el gol del honor. Había tiempo pero no se jugó mucho más en el estadio de la calle ‘Payaso Fofó’. Derrota muy dolorosa de un Granada desdibujado que solo lanzó una vez entre los tres palos y fue gol.
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