El Granada CF pereció en la orilla en su intento de asaltar la Copa. Un excelso Griezmann mete al Barcelona en semifinales en un final de partido loco que llegó al 88’ con 2-0 a favor de los rojiblancos. Su doblete, otro de Jordi Alba y un solitario tanto de De Jong mataron a los locales, que se defendieron con uñas y dientes para honrar hasta el final su eterna lucha. Kenedy, Soldado y Fede Vico fueron los goleadores del Granada.
No iba a ser fácil. Nada fácil. Acceder por segundo año consecutivo a unas semifinales de Copa del Rey no iba a ser moco de pavo. De hecho, puede que en ningún pensamiento granadinista rondara la idea de pasar de ronda dejando atrás a todo un rey. Pero, como se viene (mal)acostumbrando en los últimos años, vestir de rojiblanco ha dejado de ser una locura para convertirse en una proeza constante.
El Granada recibía al Barcelona en los cuartos de final de la Copa, o mejor dicho, al Rey de Copas. Los azulgrana son el equipo español con más títulos (30) y, aunque la abundancia aburre, cuando vienen tiempos turbulentos mejor agarrarse a lo conocido para remar a contracorriente. Que se lo digan a Lionel. Así, los de Ronald Koeman añoraban esta Copa como la final de Berlín, Roma o Wembley para endulzar una temporada atípica y ya de por sí amarga por los líos extradeportivos y económicos de la entidad.
Los de Diego Martínez ya disfrutaron del sueño copero la pasada campaña. La miel se les quedó en los labios ante el Athletic, apenas unos días antes de la llegada de las mascarillas y el gel hidroalcohólico. Este año el hambre no iba a ser menos, por eso de poder seguir diciendo que resisten a tres competiciones, a pesar de las dificultades. Eteki y Montoro poblaron el centro del campo del Granada, que contó con la ausencia de Gonalons, Milla y Herrera por lesión.
El Barcelona comenzó como se esperaba, con dominio permanente y asedio constante a la portería defendida por Aarón en los que fueron los mejores minutos de los culés. Comandados por Messi, los visitantes llegaron con peligro, pero se toparon con el guardameta rojiblanco. Muy seguro durante todo el encuentro, Aarón brilló al sacar por bajo un disparo del argentino en su diagonal habitual y, acto seguido, un remate alto de Trincao en la segunda jugada. Volvió a volar el valenciano para desbaratar un libre directo botado por el ‘10’ del Barcelona hacia la escuadra.
Máxima efectividad
Al Granada le costaba elaborar una jugada larga dada la presión azulgrana, muy efectiva en tres cuartos. Pasado el arreón inicial, las fuerzas visitantes empezaron a igualarse con las locales, para fortuna del Granada. Puertas probó a Ter Stegen con un cabezazo que se marchó desviado. Sería a la media hora pasada cuando Los Cármenes hubiera estallado si hubiese sido la caldera correspondiente antes de la pandemia. Umtiti sucumbió en su área a la presión rojiblanca y cedió el balón ante Soro. El maño se internó, levantó la cabeza y envió un balón medido a la posición de Kenedy, que solo tuvo que empujarla ante la mirada cómplice del cancerbero alemán.
El Granada de la efectividad absoluta volvió a aparecer ante el Rey. En el primer tiro a puerta, los de Diego Martínez encontraron el premio que tanto habían ansiado los culés en la primera parte y que entre Aarón y la zaga nazarí se encargaron de negar. La segunda parte fue toda una declaración de intenciones del Granada con las entradas de Foulquier y Machis. Los locales buscaban velocidad para matar, y acabaron matando. Poco después del pitido del colegiado, Montoro fue el más listo de la clase para reinar en una pugna de balón con Messi y Eteki. El valenciano vio el desmarque de Soldado en el centro del campo y no lo dudó.
El ‘9’ rojiblanco corrió como el galgo hacia la liebre, sacándole un metro a un maldito Umtiti, y cuando llegó al interior del área completamente solo ante Ter Stegen, no falló. 36 años de experiencia fueron suficientes para revivir a un ‘Matagigantes’ de casi 90. El Barcelona lo siguió intentando, pero con la cabeza cada vez más gacha. El fantasma de Liverpool o de Roma hizo escala en la ciudad de la Alhambra para ser testigo del más que posible último partido de Lionel Messi en Copa del Rey.
Locura final
Trincao se topó con el larguero, la chilena de Griezmann con Aarón, Messi de nuevo con el meta rojiblanco… No era el día del Rey de Copas, sino del Matagigantes. El Granada rozaba las semifinales, las besaba. El destino, por otro lado, se encargó de recordar eso de la eterna lucha. Tras tres palos en contra, la puerta de Aarón por fin se tiró abajo. Griezmann agujereó la red con fortuna aprovechando una gran asistencia de Messi a falta de dos minutos para el final. Foulquier perdió la marca del francés no una, sino dos veces. Ya en el añadido, el galo volvió a escaparse del lateral rojiblanco, cabeceó al centro y Jordi Alba, el más bajito del lugar, firmó las tablas a placer, sin oposición alguna.
En dos chispazos en la recta final, los de Koeman encontraron lo que el fútbol les había negado durante 88 minutos reglamentarios. La prórroga se encargaría de decidir el ganador en un final de partido completamente loco. Volvería a marcar el Granada, pero también el Bracelona. No lo huzo Luis Suárez justo antes del pitido final completamente solo ante Ter Stegen. Los azulgranas remontaron el marcador gracias a otro tanto de Griezmann, uno de los hombres más destacados del encuentro. El atacante culé se sacó un testarazo imposible para Aarón que decantó la balanza a favor de los visitantes. Al minuto, Neva cayó en el área tras un forcejeo con Dest. Penalti que se encargó de transformar Fede Vico para igualar la contienda engañando a Ter Stegen en el 102’.
La eterna lucha en su máxima potencia en mitad de un partido loco que firmó su sentencia en la última parte de la prórroga. Primero De Jong y, por último, Jordi Alba fusilaron a Aarón para meter al Barcelona en semifinales. La defensa del Granada se deshizo como un azucarillo en cuanto la fortuna sonrió a Messi y compañía. Lo que pareció una fiesta del Matagigantes acabó de la peor manera posible en el seguramente el partido más épico de la historia de la Copa. La lucha fue, como últimamente, eterna, pero el premio fue, como históricamente, amargo.
FICHA TÉCNICA
GRANADA CF: Aarón Escandell; Víctor Díaz (Dimitri Foulquier, min. 45), Germán, Domingos Duarte, Carlos Neva; Yan Eteki (Nehuén Pérez, min. 105), Ángel Montoro, Alberto Soro (Fede Vico, min. 57); Antonio Puertas (Jesús Vallejo, min. 79), Kenedy (Darwin Machis, min. 45), Roberto Soldado (Luis Suárez, min. 65).
FC BARCELONA: Ter Stegen; Sergi Roberto (Dest, min. 56), Ronald Aráujo, Samuel Umtiti (Ousmane Dembelé, min. 63), Jordi Alba; Sergio Busquets (Riqui Puig, min. 76), De Jong, Pedri; Antoine Griezmann, Trincao (Martin Braithwaite, min. 63), Lionel Messi.
MARCADOR: 1-0 Kenedy (min. 32); 2-0 Roberto Soldado (min. 48); 2-1 Antoine Griezmann (min. 88); 2-2 Jordi Alba (min. 90’+4); 2-3 Antoine Griezmann (min. 99); 3-3 Fede Vico p. (min. 102); 3-4 De Jong (min. 107), 3-5 Jordi Alba (min. 112).
ÁRBITRO: Sánchez Martínez (comité murciano). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Eteki, Montoro y Vallejo. Por parte de los visitantes, a Messi y Jordi Alba. Además, expulsó a un miembro del cuerpo técnico del Granada y a otro del Barcelona.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey. Disputado en el estadio de Los Cármenes a puerta cerrada debido a la pandemia del COVID19.
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