22 de noviembre de 2024

Estos son los cambios que llegarán con la reforma laboral

FOTO: Ministerio de Trabajo y Empleo Social.

La reforma laboral sacada adelante el pasado 23 de diciembre se aprobará tras ser votada en el Congreso, después de un mes de tensiones entre los partidos.

La reforma laboral introducirá una serie de cambios que se verán reflejados en el tejido productivo de España. Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, destacó que se trata de “una nueva legislación laboral que recupera derechos en favor del trabajo decente”. Además, confirmó que la reforma “nos acerca a Europa en materia de estabilidad y seguridad de empleo”. Por otro lado, un comunicado conjunto de Cepyme y CEOE afirmaba que “el acuerdo consolida el modelo laboral actual, que ha permitido incrementar la productividad de las empresas, asegurar su competitividad y contribuir al crecimiento del empleo”.

Estos son los cambios que introducirá la reforma

Ultraactividad

La ultraactividad ha sido el centro de las protestas del sector del metal en Cádiz. Según el nuevo reglamento, si no se pacta un convenio colectivo nuevo, se prorrogará el anterior hasta que se sustituya por el nuevo. Antes había un plazo de un año de vigencia, pero ahora se hará de forma indefinida.

Además, el convenio sectorial primará sobre el de la empresa en jornada laboral y salarios. En las compañías se podrán regular otros aspectos, pero estos dos no podrán imponerse. Según la ministra, con esta medida se acaba con “la lógica de la devaluación salarial impuesta por el PP. Apostamos por una política de rentas basada en la prosperidad compartida”. La aplicación de este convenio sectorial también se garantizará para las personas subcontratadas.

Temporalidad

Con el objetivo de reducir la temporalidad, según la nueva reforma, el contrato indefinido “nunca más será la excepción, sino la norma”. El planteamiento ha sido reducir el periodo durante el que estos contratos pueden encadenarse antes de que el trabajador se considere indefinido (24 meses en un periodo de 30, 18 en un periodo de 24). Además, los contratos temporales solo podrán ser formativos, enfocados a la formación de trabajadores, o estructurales, destinados a sustituir las bajas de los empleados o para afrontar periodos concretos en los que se vea afectada la producción.

En este caso, solo se podrían realizar por oscilación en la demanda o por subidas imprevisibles de la producción, pero nunca por encima de seis meses o un año (si el convenio del sector recoge esta posibilidad). En el caso de que el incremento sea previsible -campañas de mayor consumo en sectores como la hostelería o el comercio- se limitarán a un periodo máximo de 90 días no consecutivos al año, debiendo informar a los representantes sindicales de esta previsión en el último trimestre del año anterior.

Formación

Habrá dos tipos de contratos de formación, inspirados en el modelo alemán: contrato de alternancia y contrato de prácticas. El primero se dirigirá a la formación dual, destinado a los menores de 30 años, combinando trabajo y formación por parte de un tutor. El contrato no podrá ser menor a tres meses ni superior a dos años. Por su parte, el contrato de prácticas dependerá en gran medida del convenio de cada sector y será prolongable de seis meses a un año.

La ministra también afirmó que “los ERTE han venido para quedarse”. “Incorporamos lo aprendido y combinamos la protección social con la flexibilidad interna”, destacó. Este modelo alternativo se diferencia, según la ministra, a la estrategia del PP durante la crisis anterior y se potenciarán los expedientes de regulación temporal de empleo.

Estos nuevos ERTE serán conocidos como Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo, pudiendo ser sectoriales y cíclicos. Los sectoriales durarán un año y se podrán prorrogar hasta dos veces, seis meses en cada ocasión. Estarán destinados a empresas de sectores que consideren necesaria una transición profesional. Los cíclicos durarán un máximo de un año, pudiendo activarse cuando haya una coyuntura que lo permita, como podría ser el caso de la pandemia.

Por último, la nueva reforma regula la aplicación del despido a los trabajadores fijos de las Administraciones Públicas cuando se haga por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción en el sector público.

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