Farru hace soñar al público en el Manuel de Falla en la segunda jornada de Milnoff

Farru hizo soñar al público en la segunda jornada de Milnoff. El Auditorio Manuel de Falla disfrutó de ‘Por un sueño’. Fue el plato fuerte en un día dedicado al baile y a la figura de ‘Manolete’.

El bailaor empezó por seguiriya en su salida al escenario y desde ese momento se metió a los presentes en el bolsillo. El artista se atrevió con el baile, el toque y el cante. Un espectáculo completo y versátil que el maestro Paco de Lucía le ‘encargó’ tras haber soñado con él y cuya figura estuvo presente durante buena parte de la obra. También destacó el recuerdo a Camarón cuando sonó la guitarra, su juego de palmas mudas y los marcajes de su baile.

El de Sevilla estuvo acompañado por José ‘El Pechuguita’ y David ‘El Galli’ al cante, José Gálvez a la guitarra y ‘El Lolo’ a la percusión, con los que acabó el espectáculo por bulerías y un sonado fin de fiestas.

El formato más callejero y popular de Milnoff se inauguró en esta segunda edición en el Paseo de Los Tristes a las 12:30 horas. Vero ‘La India’ comenzó el día por tarantos e hipnotizando con sus silencios marcados. La artista combinó sus ojos y pelo azabache con el taconeo firme a los pies de la Alhambra para acabar su actuación con su flamenco más serio.

A las 13:30 llegó el turno para Raquel Heredia ‘La Repompa’. La Plaza de Las Pasiegas se llenó de público con la Catedral de Granada como telón de fondo. La bailaora se arrancó por alegrías de Cádiz, escoltada por su hermana ‘La Repompilla’, de la que se pudo disfrutar en la primera edición de Milnoff. La magia llegó cuando presumieron de su naturaleza y se pudo escuchar ‘Adiós Málaga’ de Morente. ‘La Repompa’ acabó con un fin de fiesta con los suyos, al que se sumó su hija pequeña, y con el público realizando una ovación.

El arte granadino cerró la jornada de Plazoletas. A las 19:30, la Plaza Bib-Rambla se llenó a rebosar para contemplar la actuación de Luis de Luis. El bailaor demostró su oficio al romper enérgico sobre las tablas con escobillas limpias y remates salvajes. Una actuación que tuvo su punto más álgido con los aplausos del público mientras el artista se movía por bulerías.