“Estamos vivos”, fue la frase más repetida en los autobuses de granadinistas que acompañaron al equipo en San Mamés. Lógicamente se refieren a vivos deportivamente tras el resultado de 1-0 de la ida y tras la exhibición mostrada por los chicos de Garitano.
Muy diferente fue el trayecto de vuelta al de ida, ya no había cánticos, tampoco música en el autocar y solo los ronquidos de algunos rompían el silencio de la noche. Eran las doce y media de la madrugada cuando el autocar 1 y 2 recogían a los granadinistas junto a La Catedral. Tras el cambio de conductor y dejar en Madrid y Ocaña a algunos aficionados, se realizó un alto en el camino para el desayuno, eso era incuestionable.
Amanecía antes de pasar Despeñaperros y la niebla acompañaba en el trayecto desde la entrada en Andalucía y hasta llegar a Granada. Poco antes de las 11 de la mañana arribaban los más de cien hinchas que han completado más de 1.700 kilómetros de carretera para disfrutar del ambiente de San Mamés: “Es una pasada, la acústica era ensordecedora” nos decía un aficionado, mientras que otra que ya había estado en Liga comentaba que “no ha tenido nada que ver con el partido la primera vuelta”.
Toca remontar en Los Cármenes y parece que queda una eternidad hasta ese jueves 5 de marzo. Habrá tifo en el campo, habrá recibimiento especial y muchos ya promueven el colorido de las bengalas aunque ese deseo debe cumplir ciertos requisitos legales.
Ha sido un viaje inolvidable, muchas horas de autobús, dolor de espalda, cuello o rodillas. Pero la eliminatoria está abierta, el Granada CF está vivo. Ahora toca ir a trabajar, que es jueves. Y por ejemplo, nosotros, tenemos entrevista con Fede San Emeterio que vuelve a Granada el sábado en Liga. Pero eso ya, es otra historia.
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