Antes del parón liguero por el coronavirus, el delantero granadinista Carlos Fernández estaba siendo una de las grandes sensaciones de la temporada. El sevillano ha hablado para los medios oficiales sobre su rendimiento y el del equipo: “Hasta el momento está siendo bueno, porque no solo me fijo en los números individuales. Si haces buenos números pero el equipo está en descenso, no tiene tanto valor. Lo más importante es lo colectivo, el ego tiene que estar en un segundo plano”.
El ariete cedido por el Sevilla FC recuerda que debutó muy joven y “no estaba preparado para la exigencia del primer equipo. Tuve que volver al filial para seguir creciendo y me siento orgulloso del camino que me ha tocado recorrer”. Recuerda su primer partido de la mano de Unai Emery, pero sobre todo su “crecimiento en la adversidad, superando lesiones de rodilla y saliendo cedido sin saber si mi rodilla iba a responder al 100%”.
La pasada campaña, Carlos Fernández se marchó al Deportivo de la Coruña en calidad de préstamo. Han sido dos años claves en su desarrollo como jugador: “Son decisiones muy importantes en la carrera de un deportista joven y es determinante no equivocarte en elegir el sitio donde vas a crecer más en todos los aspectos. Tanto en el Deportivo como en el Granada influye compartir vestuario con gente que te ayuda, en un club con valores sólidos”. Y recalca que se encuentra “a un buen nivel, aportando al equipo y eso me hace estar feliz”.
Un parón que cogió al Granada con 38 puntos y a las puertas de una final por un título. El delantero la define como una “temporada muy bonita en la que disfrutamos de ese sufrimiento por el camino. Las eliminatorias de la Copa del Rey, cada partido… ¡qué nos ha costado y qué hemos sufrido! Pero merece la pena. Mirando atrás hay que estar orgullosos de lo que hemos hecho”.
«Es un vestuario tan sano que sorprende a los que llegan nuevos»
Carlos Fernández
El atacante rojiblanco coincide con sus compañeros a la hora de contarnos cuál es el secreto del éxito del grupo: “Lo más importante de este vestuario es que somos prácticamente como amigos. Nos reímos, disfrutamos, vamos a entrenar y somos felices, nos ayudamos en los momentos malos y eso es la clave para tener éxito en el fútbol. Entender que sin el compañero que tengo al lado no soy nada, y él me va a hacer mejor y yo a él. Es un vestuario tan sano que sorprende para la gente que llega nueva. No es normal en el mundo del fútbol encontrarnos con algo así”.
Por último, quiso mandar un mensaje de apoyo a los aficionados: “Deseo que ellos y sus familiares estén bien. Ojalá dentro de poco puedan disfrutar de su Granada, les animo a seguir de la mejor manera porque juntos, saldremos adelante”.
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