A veces no valoramos lo suficiente lo que tenemos. Que en tiempos de pandemia mundial un avión pueda recorrer el mar Mediterráneo para transportar a toda una expedición griega con destino a España es todo un milagro. Que alrededor de una veintena de deportistas profesionales puedan someterse a test de manera constante, superar controles de temperatura diarios o cambiar de país en un momento en el que no se puede ni cruzar una frontera metropolitana es un milagro.
Si no es un milagro, se trata de un poema de los antiguos escritores clásicos, aunque con la historia algo alterada. El PAOK FC ha cambiado al cíclope Polifemo por la mascarilla, a la bruja Circe por la distancia social, a las sirenas por un frasco de gel hidroalcohólico. Ya no está Homero al mando, sino un portugués llamado Abel Ferreira. Y a Ulises le ha salido barba y acento sevillano. Ahora se llama José Ángel Crespo.
Su Ítaca particular no es Granada, pero es lo más cerca que puede estar hoy día, en estos tiempos de pandemia mundial, de su Lora del Río. José Ángel Crespo (Lora del Río, Sevilla, 09/02/1987) no es el rey de ningún pueblo, pero como si lo fuera. Recaló en Grecia en 2016, seguramente con la idea de afrontar su última etapa como futbolista en uno de los clubes más destacados del país. El PAOK FC lo vistió de blanquinegro como si de verdad se hubiese criado en Ítaca.
Crespo devolvió a modo de agradecimiento todos los obsequios helenos con su amplia experiencia. La sabiduría adquirida tras su paso por el fútbol base del Sevilla y los primeros equipos del Racing de Santander, Padova, Bologna, Hellas Verona, Córdoba, Aston Villa y Rayo Vallecano le hicieron ganarse poco a poco al vestuario heleno y el derecho a portar el brazalete de capitán en el cuadro de la ciudad de Salónica.
Ya asentado en la Hélade, Crespo regresa a España para guiar al ‘Águila Bicéfala’ por su propia tierra en el largo y sinuoso camino de la Europa League. Tras una difícil contienda ante el Omonia chipriota, el Granada CF se le presenta como un nuevo obstáculo en el camino fruto del capricho y de la ira implacable de los Dioses homerísticos.
«En Grecia conocían más al PSV. Ahora ven al Granada como favorito»
«Lo que está haciendo este Granada tiene mucho mérito. Su juego y su intensidad son fruto del trabajo realizado. Tengo buenas referencias de Diego Martínez. Han conseguido crear un buen bloque de jugadores entre veteranos y jóvenes», explica Crespo.
Tras recuperarse de sus problemas físicos, el sevillano será un blanquinegro más en el estadio de Los Cármenes ante un Granada con sed de éxito y lujuria continental. «Avisé del Granada al principio, cuando nos tocó en el sorteo, pero aquí no estaban muy al corriente. Se centraban más en el PSV. Pero cuando les ganaron en Eindhoven, se dieron cuenta de que el Granada podía ser el favorito», confiesa el defensa.
Sobre el Granada, el capitán del PAOK asegura que «compite a un gran nivel. Se adaptan a todos los tipos y momentos del partido. Pelean, aprietan… Lo veo en una gran forma. El jueves pondrán las cosas difíciles». Para tratar de pescar algo positivo en el recinto del Zaidín, Crespo fija la clave en «no darle facilidades al Granada y aprovechar nuestras virtudes. Tenemos que intentar que no se sientan cómodos».
El sevillano ocupará el carril diestro, donde se encontrará con bastante probabilidad con Darwin Machis. El venezolano ya avisó de lo que es capaz en el Philips Stadion tras poner el esférico en la mismísima escuadra. Veremos si Crespo le pone freno al extremo rojiblanco y consigue aupar al PAOK a lo alto del grupo.
Un PAOK que vuelve a la Europa League tras no lograr la clasificación la pasada temporada, a pesar de alzarse como campeón heleno por tercera vez en su historia y tras conseguir su séptimo título de Copa en 2019. Hacía 34 años que el ‘Águila Bicéfala’ no se hacía con un título de Liga. Por primera vez en 96 años de historia, el PAOK superó a los gigantes griegos de Olympiacos, Panathinaikos y AEK Atenas para coronarse con un histórico doblete. Los Dioses se dieron de bruces. Crespo, convertido en Ulises, encontró Ítaca.
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