La crisis del COVID19 nos ha provocado un impacto que difícilmente podremos olvidar. Un impacto a todos los niveles: económico, político… y social. El virus se ha llevado por delante a familiares y amigos, y nos ha privado de despedidas, abrazos o del último baile. Las ferias, las fiestas locales o las noches de jarana se nos han quedado en el tintero hasta el año que viene. Desgraciadamente, San Juan no iba a ser la excepción.
Las tan típicas hogueras que iluminaban la noche del 23 de junio en la costa no podrán prenderse este año. Las medidas sanitarias de prevención y seguridad prohíben la acumulación de personas en las playas ante la dificultad de respetar la distancia de seguridad interpersonal. Por este motivo, los ayuntamientos de la Costa Tropical ya han movido ficha.
El consistorio de Almuñécar fue el primero en hacer pública su decisión con respecto a la noche de San Juan. “Las playas permanecerán cerradas desde las 19:00 horas del martes 23 hasta las 09:00 horas del miércoles 24, prohibiéndose la permanencia en las mismas durante ese horario”, reza el bando municipal.
El bando también aclara que “queda prohibida la instalación de tiendas de campaña o cualquier otra instalación desmontable”, al igual que “realizar barbacoas, cocinar o hacer fuego”. Estas medidas, que se aplicarán igualmente en la pedanía sexitana de La Herradura, hacen inviable la celebración de la fiesta de San Juan.
Otros municipios han adoptado idénticas medidas. Motril o Torrenueva cerrarán sus playas durante el mismo horario. En el caso de los torreños, el Ayuntamiento anuncia un “dispositivo especial de policía” para evitar el incumplimiento de la prohibición. Además, pide “colaboración y responsabilidad” a todos sus vecinos.
Salobreña también ha anunciado el cierre de sus playas, aunque no ha especificado un horario determinado. Igualmente llevarán a cabo un dispositivo especial de policía y transmiten “tranquilidad” a sus vecinos, pues “la seguridad está garantizada”, asegura en el bando.
«Es una fiesta impresionante, pero no se iban a cumplir las medidas de seguridad»
“Que se cancele sería una ‘putada’ si fuese en condiciones normales -reconoce Hilario, un vecino sexitano de unos 23 años-. Es una fiesta diferente, impresionante, en la que te lo pasas muy bien conociendo a gente de fuera del pueblo y juntándote en grupo con tus amigos. Además, genera ingresos dentro del pueblo. Pero, siendo por el tema del Coronavirus, se tiene que respetar porque no se iban a cumplir las medidas de seguridad”.
En cuanto a las restricciones adoptadas, “me han parecido drásticas. Creo que deberían abrir las playas para las personas que simplemente quieran ir a disfrutar del mar. Pero por otro lado, si no eres tajante la gente no lo va a respetar para hacer botellón o cualquier otra cosa”, sentencia.
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