Como si fuera un ‘dejà vú’, el Granada tenía que visitar el Ciutat de Valencia tras caer eliminado de la Copa del Rey. Y lo hizo tras una prórroga ante el FC Barcelona y con muchos cambios en el once titular. El equipo nazarí, como siempre, dio la cara y acabó empatando 2-2 ante el Levante UD un partido que tenían prácticamente perdido. En el descuento, Roberto Soldado con un cabezazo igualaba un choque que el comandante Morales había decantado para los granotas.
Tuvo la mejor ocasión en el minuto 24 de partido pero el remate a placer de Kenedy se encontró con un Aitor Fernández imperial que evitó el primer gol del partido. Minutos después, Miramón por la banda derecha pilló desprevenida a la zaga andaluza y su centro lo culminó un renovado Morales que hacía el 1-0. El Granada no se vino abajó y el propio Kenedy finalizó un error de la defensa local para lograr el empate en el minuto 42.
En el segundo acto, el Levante aprovechó la única oportunidad que tuvo. Un saque de banda le acabó llegando al comandante Morales que fusilaba a Rui Silva. Jugada mal defendida por el Granada que le pasó factura. Un Rui Silva que hasta en dos veces evitó que el marcador fuera más amplio. Y Diego metió a Soldado y a Germán. El primero consiguió con un cabezazo en el minuto 91 empatar el choque.
El Granada descansará entre semana sin tener que jugar en Copa del Rey, recibiendo el sábado al intratable líder, el Atlético de Madrid. Un subidón de moral que va a llevar en volandas a este equipo.
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