El Granada CF supera otro obstáculo más en su camino hacia los grupos de la Europa League. El Locomotive Tbilisi planteó un partido cerrado que los rojiblancos terminaron abriendo a base de llegadas al área rival tras superar una primera media hora de nervios e imprecisiones. Machis primero y Molina después consiguieron el pase de los de Diego Martínez para la ronda de playoff de la Europa League.
Los debuts no siempre tienen por qué ser soñados. Las primeras veces suelen ir acompañadas por un halo de magia y épica autoimpuesto que ayuda a recordar con una mejor sonrisa los acontecimientos ocurridos en el pasado. Unos acontecimientos que, a menudo, suelen ser inversamente proporcionales en emoción cuando se trata de recordar la leyenda.
Los Cármenes albergaba su primer partido oficial de competición continental más de veinte años después desde su inauguración. Por su parte, el Granada CF también debutaba como local en Europa por primera vez en sus 89 años de vida. La ocasión bien merecía ir acompañada por una estela de buenas jugadas, regates imposibles y goles del conjunto rojiblanco que adornaran las crónicas y los reportajes futuros. Sin embargo, precisamente por tratarse de Europa, el fútbol terminaría recordando que para entrar en su historia no hacen falta los buenos recuerdos, sino la valía a la hora de querer traspasar sus puertas.
El Granada CF llegaba a la tan ansiada cita totalmente lanzado. El triunfo ante el Alavés y el paseo holgado frente al Teuta hacían presagiar que los Soldado, Machis y compañía resolverían la papeleta rápido y sin apuros. Para ello, Diego Martínez dio entrada en el once a Kenedy. El brasileño acribilló al cuadro albanés en la pasada ronda en cuestión de minutos y se esperaba que, junto a Soldado, repitieran la combinación que permitiera tumbar al Locomotive Tbilisi, la presa del depredador rojiblanco.
El depredador, con la mente también puesta en la visita al Metropolitano del domingo, dejó a su pantera particular en el banquillo. Yangel Herrera contó con descanso después de haberlo jugado absolutamente todo a partir del inicio competitivo. Y se notó en el campo. El Granada estuvo fallón al principio en la circulación de balón, precipitado ante las piezas de un Locomotive con ganas de demostrar que Georgia queda bien lejos de Albania, separadas por el mar Negro.
Digno rival europeo
El Locomotive plantó un partido muy serio en defensa, con Shonia, Samurkasovi y Dartsmelia dispuestos a cortocircuitar la sala de máquinas de Ángel Montoro. Y lo consiguieron. Al menos durante la primera media hora de partido. El Granada se mostró muy espeso en ataque, sin saber qué hacer exactamente ante la muralla georgiana. Los minutos pasaban y el balón se paseaba sobre el verde de un vacío Los Cármenes. Apenas un zurdazo manso de Milla y un buen cabezazo de Germán, que rozó el palo derecho, fueron los únicos acercamientos que inquietaron al cancerbero Mamardashvili.
Los visitantes estuvieron cómodos hasta que los locales recordaron la importancia del choque y de la oportunidad que tenían en sus manos. Así, las bandas empezaron a funcionar. Kenedy y Machis, apoyados por Neva y Víctor Díaz en la ayuda, encontraron un filón que explotar a la espalda de los rivales. Así llegaron los mejores minutos del Granada en el partido que derivaron en el primer tanto de la eliminatoria ya después del descanso.
Tras un pelotazo del Locomotive, el balón acabó en las botas de Machis que, viendo truncada su conexión con Neva, apuntó, sacó el colmillo y con la pierna derecha puso la pelota en su destino favorito. El boing DW11 despegó a la hora prevista, justo cuando más lo merecía el Granada, y aterrizó en el fondo de las mallas georgianas después de golpear en el travesaño. Golazo para quitar el hipo y recordar de paso al Machis de Segunda, el Machis de los misiles teledirigidos.
A partir de ahí, llegó el vendaval granadinista. Dominio en el medio y en las áreas, con un conjunto teflisense haciendo aguas por todos lados, al que sólo le quedaban las faltas para coger un poco de aire antes del hundimiento. Para redondear el día de los debuts, Diego Martínez hizo lo propio con Alberto Soro, una de las incorporaciones del Granada del mercado estival que disfrutó de sus primeros minutos como rojiblanco sin amilanarse. Ubicado en la banda derecha, el maño no dejó de buscar la portería contraria, gozando de una gran oportunidad de cabeza que no acabó en gol de milagro.
Estreno goleador de Jorge Molina como rojiblanco
También entraron Molina y Puertas para redondear la fiesta rojiblanca, la primera a nivel continental en Granada, aunque sin invitados que retratar en la foto. Un palo de Milla o un gran disparo de Montoro desde la frontal fueron las principales del sinfín de ocasiones que tuvo el Granada antes del pitido final, además del remache a gol de Molina al contraataque para cerrar el marcador en el añadido de la primera victoria como local en Europa del ‘EuroGranada’.
Mucho antes el Locomotive había comenzado a diluirse con la expulsión de Gabadze tras una entrada por detrás y a destiempo, terminando con la cabeza bien alta su periplo continental ante el debutante de la categoría. Sin embargo, el debutante comienza a coger rodaje a base de ilusión y triunfos. La próxima parada, Malmö. El destino, seguir soñando.
FICHA TÉCNICA
GRANADA CF: Rui Silva; Víctor Díaz, Germán, Jesús Vallejo, Carlos Neva; Luis Milla, Max Gonalons, Ángel Montoro; Darwin Machis (Antonio Puertas, min. 79), Robert Kenedy (Alberto Soro, min. 62), Roberto Soldado (Jorge Molina, min. 66).
LOCOMOTIVE TBILISI: Mamardashvili; Gabadze, Sandokhadze, Gureshidze, Ubilava; Shonia, Samurkasovi (Mchedlishvili, min. 59), Dartsmelia; Imran Oulad (Kobakhidze, min. 70), Kirkitadze (Gavashelishvili, min. 75), Irakli Sikharulidze.
MARCADOR: 1-0 Darwin Machis (min. 47), 2-0 Jorge Molina (min. 90+5).
ÁRBITRO: Serdar Gözübüyük (Holanda). Amonestó con tarjeta amarilla a los visitantes Dartsmelia y a Oulad, y expulsó por doble amarilla a Gabadze. Ningún jugador local fue amonestado.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la tercera ronda de clasificación para la UEFA Europa League disputado en el estadio de Los Cármenes a puerta cerrada por la pandemia del COVID19.
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