Es de Jaén por los cuatro costados pero va teniendo “raíces” granadinas. Manu del Moral tomaba en septiembre de 2019 la decisión más complicado de un deportista, la de retirarse. El exdelantero del Getafe, Sevilla, Atlético de Madrid o Eibar, entre otros, colgaba las botas por culpa de una lesión: “El pie lo llevo mejor, ya no le meto tanta tralla. Cuando era profesional lo importante era llegar al domingo y a veces hacíamos barbaridades”, nos cuenta el exjugador.
Manu del Moral atiende nuestra llamada desde su vivienda en Motril. Allí se ha instalado tras 17 temporadas como profesional, 10 en Primera y 7 en Segunda. Se casó en Granada con la Alhambra como telón: “Mi boda fue por lo civil, aunque en la prensa se filtró que había sido en Santa María de la Alhambra, fue en La Chumbera y allí hicimos la ceremonia, el banquete y todo. El sitio era espectacular, con la Alhambra de fondo”.
El exdelantero reconoce que es un enamorado de Granada, “es una tierra en la que me encuentro muy a gusto”. Actualmente vive en la costa junto a su hijo de 3 años y su esposa, quien trabaja como enfermera: “Ella, los sanitarios, los policías, todos son héroes. Están haciendo un trabajo espectacular y muy solidario, en situaciones precarias a veces. Mi mujer ha estado trabajando con mascarillas defectuosas y tiene que volver a hacerse el test por si se ha contagiado”.
Preguntado al respecto por si tiene miedo, Manu asevera que miedo no pero respeto sí, “porque los hospitales ya no están tan colapsados, pero si yo llevo 40 días metido en casa y mi mujer trabaja como enfermera con material defectuoso y se contagia, no sirve de nada”.
«Tenía claro que Diego Martínez llegaría a la élite. Verle triunfar en el Granada me llena de satisfacción»
El jiennense ha vestido en su carrera deportiva once camisetas diferentes, pero le ha faltado la del Granada. En esta entrevista nos habla sobre las opciones que tuvo de hacerlo: “Mi tercer y cuarto año en el Sevilla me marché cedido al Elche y Eibar. Algunos periodistas de Granada me preguntaban por si había interés, pero ni mi representante, ni el club me dijeron que existía la posibilidad de firmar por el Granada. Me hubiese gustado, siendo de Jaén y mi mujer de Motril… hubiese sido perfecto jugar en el Granada”.
Manu del Moral coincidió con Diego Martínez en su etapa como sevillista: “Él formó parte del equipo de Unai Emery. Hablábamos mucho porque entrenó en el Motril y sabía que mi mujer era de aquí. Se le veía con una personalidad aplastante, tenía claro que iba a ser entrenador de élite, era un apasionado de su trabajo. Verlo triunfar en un equipo como el Granada, me llena de satisfacción y me alegro mucho por él”. Respecto a qué recuerda de aquellos primeros pasos de Diego, destaca su “trabajo de la defensa y del ataque. Le fueron dando mucha responsabilidad porque era muy competente. Además tenía una personalidad que llegaba a nosotros, no se arrugaba”. Del Moral tiene pendiente “subir a Granada y verle en algún entrenamiento, seguramente lo haga”.
En el futuro, le gustaría seguir ligado al fútbol como director deportivo (ya tiene la licencia) o como entrenador (está haciendo el curso). De momento, disfruta de la familia y de la costa granadina.
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