Miguel Ángel Portugal: “El equipo para mí eran Germán y diez más”.

Aunque pocos se acuerden, o pocos quieran acordarse, mejor dicho, existió un Granada CF la temporada anterior a la llegada de Diego Martínez. El técnico elegido para devolver al equipo a la Primera División fue José Luis Oltra. En una decisión que no muchos entendieron, el valenciano fue cesado de su puesto después de caer en Oviedo cuando el conjunto rojiblanco horizontal ocupaba puestos de playoff. Pedro Morilla fue el encargado de sustituirle tras realizar un buen trabajo en el filial. El sevillano tampoco dio sus frutos y, a falta de cinco jornadas, se acometió el fichaje de Miguel Ángel Portugal como entrenador granadinista. El burgalés, hoy en el Royal Pari FC de Bolivia, atendió la llamada de Radio Marca Granada en el programa local para repasar sus pocos días como ‘míster’ rojiblanco y contar cómo está viviendo desde lejos esta situación de alarma sanitaria.

Feliz por la situación actual del club nazarí

“Pasé cinco jornadas de muy grato recuerdo. Fue algo corto, pero fructífero. Creo que cogimos el equipo en un momento difícil, con el público revuelto, y conseguimos serenar la situación”, comentaba el técnico. También reconocía que “me dio pena no quedarme, me hubiera gustado. No tuvimos mucho tiempo allí, pero atisbamos un futuro bueno. Guardo amigos, sobre todo ‘Pepito’ Macanás, que es un crack”. A pesar de la pena por no continuar, no dudó en afirmar su alegría por la situación del Granada CF: “Me alegra mucho que el Granada esté así. Tienen una infraestructura de primera y de élite. Esa es la clave para sostenerse ahí muchos años”. Y finalizaba con una anécdota: “Nada más llegar le dijo al Director General que no entendía cómo no jugaba Germán. El equipo para mí eran Germán y diez más. También Rui Silva conmigo lo jugó todo”.

Su etapa actual en el Royal Pari FC

Ahora, en su tercera etapa al frente de un club boliviano (ya pasó por Bolívar y Wilstermann), a Miguel Ángel Portugal le ha pillado la alarma sanitaria lejos de los suyos: “Me da mucha pena lo que está pasando en España. Tengo a mi familia en Madrid y afortunadamente están bien, pero lo miro con mucha preocupación. Cada día que veo 600 muertos más se me cae el alma al suelo”. El Covid-19 ya le ha privado de un amigo, Lorenzo Sanz, presidente con el que Portugal llegó al Real Madrid en los años 90: “Era un gran hombre. Un presidente que sufría casi más con la cantera que con el primer equipo. Deja un gran legado que son sus tres hijos, más que los títulos”.

En Bolivia, afirma el entrenador, “no hay demasiados casos, creo que son dieciséis aquí en Santa Cruz, donde yo estoy, y otros diez en el resto del país, pero se han tomado medidas para evitar que se expanda”. El equipo de Portugal dejó de entrenar hace más de diez días: “Jugamos nuestro último partido el día 11, tuvimos dos o tres entrenamientos más y desde el día 15 ya no entrenamos y estamos en casa”. Y finaliza: “Solo podemos salir de casa un día a la semana, en función de la última cifra del DNI, para cumplir las necesidades básicas”.