Ha llegado el día. El día en el que el Granada CF disputará su primer partido oficial de la Europa League. Enfrente, el PSV Eindhoven, todo un campeón europeo. La ubicación, el Philips Stadion, un feudo curtido a lo largo de la historia y cómplice de las mejores gestas de su equipo rojiblanco. Sus graderíos no recibirán aficionados, pues la pandemia sigue asolando al mundo entero, además de haberse colado en los grupos burbuja de ambos conjuntos.
En el Granada de Diego Martínez, no estará disponible Roberto Soldado. El delantero valenciano ha dado positivo en COVID19 en los últimos días y no ha viajado hasta tierras holandesas. Entre Jorge Molina y Luis Suárez saldrá su remplazo para el encuentro de esta tarde. Además, tampoco se han desplazado con la expedición rojiblanca ni Domingos Duarte ni Víctor Díaz, ambos por lesión.
Quini, Azeez y Fede Vico también se han quedado fuera de la lista de convocados al no poder integrar la lista de jugadores con ficha para la Europa League. Por otro lado, el conjunto local también encara la primera cita de la fase de grupos con diversas ausencias.
El PSV, dirigido por Roger Schmidt, también llega al choque con los nazaríes afectado por el coronavirus. El pasado miércoles se confirmaron los positivos de Pablo Rosario y de Cody Gakpo, dos habituales en el once del cuadro granjero. Por tanto, ni el pivote ni el extremo podrán participar en el encuentro del Philips Stadion.
Dos que han terminado la cuarentena son el zaguero Jordan Teze y el atacante Eran Zahavi. Se trata de dos piezas importantes en el esquema de Schmidt, aunque su falta de entrenamientos dificulta su participación en el partido o, al menos, su entrada en el once inicial.
PSV, velocidad y verticalidad a raudales
El cuadro de Diego Martínez visita a un gigante holandés que no pasa por su mejor momento. Tras dos temporadas sucumbiendo en la Eredivisie al potencial de Ajax, Feyenoord y AZ, y sin protagonizar ningún rol destacado en las competiciones continentales, Roger Schmidt quiere cambiar la dinámica.
El técnico alemán ha llegado al banquillo del PSV este pasado verano y propone una idea de fútbol muy ofensiva. Con tres centrales protegiendo la meta de Yvon Mvogo, la misión de buscar la portería contraria recae sobre los ocho hombres restantes.
Rosario, Thomas y Mauro Júnior tratan de conectar con los hombres de arriba desde el trivote mediocampista. A la par que se encargan de desbaratar la creación del rival y de imponer su propio ritmo durante los 90 minutos, también esperan muy atentos la subida de los carrileros. Dumfries por la derecha y Gakpo por la izquierda ensanchan el campo y encaran a la zaga rival.
Tras los positivos, Ihattaren o Götze podrían iniciar el encuentro en la banda, mientras que Fein o Hendrix pasarían a ocupar la vacante de la sala de máquinas. Arriba, un habilidoso Donyell Malen tira desmarques sin descanso hasta conectar con el balón para amenazar al portero rival. Sin Zahavi, el holandés podría asociarse con otro punta como Piroe, aunque el campeón del mundo alemán también podría desenvolverse plenamente como mediapunta.
Posibilidad de contraatacar
El PSV de Schmidt se caracteriza por acumular muchos efectivos tanto en ataque como en defensa a la hora de replegar. Las incorporaciones ofensivas de los carrileros, además de sus centros desde el flanco, son sin duda un gran punto fuerte de los holandeses, aunque les puede acarrear ciertos problemas.
En el caso de no finalizar la jugada y de perder la posesión, el rival cuenta con una oportunidad de lujo para el contragolpe en velocidad. A menudo, el envío largo a la espalda de la zaga suele poner contra las cuerdas al actual líder de la Eredivisie.
Conociendo a Diego Martínez, la explosividad de Machis o de Kenedy podría ser de gran ayuda para aprovechar esta debilidad del rival holandés. Además, los rojiblancos horizontales deberán estar muy atentos a los desmarques de Malen, así como a las internadas de los hombres de banda para poder sacar algo positivo de su primer duelo oficial de la competición europea.
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