Agentes de la Policía Nacional han detenido en Granada a un varón de 20 años y nacionalidad española, sin antecedentes policiales, como presunto autor de los delitos de amenazas, atentado y malos tratos. Por lo visto, el sujeto habría amenazado a su madre, vecinos y policías con una pistola de gas, con la que habría disparado en numerosas ocasiones a estos últimos, resistiéndose de forma activa a su detención.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 16:30 horas del pasado 18 de diciembre. El CIMACC-091 recibió una llamada telefónica alertando de la existencia de un varón que se encontraba amenazando a su madre con una pistola. Una vez en el lugar, los agentes subieron al domicilio donde había comenzado el suceso. Allí se encontraban la madre y la hermana del presunto autor, presentando ambas un estado de gran ansiedad y nerviosismo.
Seguidamente, tras conseguir calmarlas, estas personas relataron cómo momentos antes su familiar les había amenazado de muerte, mientras eran apuntadas con una pistola de balines que había adquirido una semana antes, para seguidamente abandonar el domicilio.
A los pocos minutos de comenzar la entrevista con las víctimas, los agentes fueron insultados por el presunto autor a través del portero automático mientras les desafiaba para que bajasen a la calle. Una vez alcanzaron la puerta del portal, los policías intentaron calmar al agresor, respondiendo él mismo con un disparo al aire, tras apuntarles con el arma e incitarles a que le dispararan en el pecho y acabasen con la situación.
Huida accidentada y violenta
Inmediatamente después, el presunto autor comenzó una accidentada huida a pie, en la que disparó en numerosas ocasiones contra los agentes, siendo alcanzados dos de ellos. Seguidamente, el perseguido se dirigió hacia el escaparate de un bar sobre el que disparó causando daños en el mismo. También apuntó a los propietarios cuando estos manifestaron su indignación por este hecho. Otro viandante, un joven de 16 años, fue apuntado en la cabeza de forma inesperada y sin motivo aparente.
La huida se interrumpió cuando el fugitivo paró la circulación de los vehículos y apuntó con la pistola de balines a una menor que se encontraba en la parte trasera de un vehículo tras introducir el agresor su mano armada a través de una ventanilla de la parte delantera del mencionado turismo. Finalmente, el agresor fue detenido en el interior de un local en el que se había introducido tras amenazar a su propietario con el arma e intentar bajar su persiana de cierre.
No obstante, tras sacar al detenido del local, los agentes tuvieron que hacer frente a un grupo numeroso de personas que comenzaron a agredirle, viéndose obligados a refugiarse de nuevo en el local. Como consecuencia de estos hechos, dos policías tuvieron que ser atendidos en el servicio de urgencias a causa de los impactos de los balines y de los golpes recibidos para proteger la integridad física del presunto agresor. El detenido ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial.
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