Mikel Rico, exjugador de clubes como el Athletic Club o Granada CF entre otros, actualmente es jugador y capitán de la SD Huesca. Este domingo 6 de diciembre vuelve a encontrarse con su ex equipo con el que logró el famoso ascenso de 2011.
El mediocentro ha pasado por los micrófonos de Radio Marca Granada al celebrarse este encuentro tan especial con el equipo formó parte en su día. La SD Huesca está pasando por una temporada difícil, de once encuentros disputados, no ha logrado vencer en ninguno. “Nos está costando ganar, hay partidos en los que hemos merecido más. Internamente no hay ansiedad porque llegue esa victoria. Pero si es verdad que ganar te da la vida y te da tranquilidad. De puertas a fuera sí es importante esa victoria», explica Rico.
Uno de los motivos de esta mala racha puede ser la falta de personas en los estadios. «Se nota la ausencia de público en nuestro campo. Caben 7.500 pero está lleno siempre. Eso hace que te metas en el partido. El año pasado fuimos el mejor equipo como local, sin embargo este año no hemos ganado ni en casa ni fuera. Sí que es verdad que echamos de menos a nuestra gente, supongo que como la mayoría, pero aquí quizá un poco más», comenta el vizcaíno.
Sin embargo, la confianza entre club, cuerpo técnico y jugadores es muy fuerte. «Cero dudas. El club cree que Michel y su cuerpo técnico son los mejores para dirigir este club en primera división. La plantilla estamos a muerte con el cuerpo técnico y la idea que propone con la manera de entrenar. Y ellos confían ciegamente en nosotros tanto el club, como el cuerpo técnico», añade el mediocentro.
«Dani Benítez es el jugador que más me ha impresionado dentro de un campo»
Mikel Rico
Guarda muy buenos recuerdos de sus tres años en el club granadino. Su fichaje ya se intuyó un año antes de la contratación oficial. «En Granada me encontré una plantilla increíble. Unos jugadores de otro nivel para un equipo recién ascendido. Tanto Quique Pina como Juan Carlos Cordero me vendieron el proyecto de que íbamos a estar peleando por ascender a primera división». Además rememora el futbolista que más le impactó ver jugar. «Dani Benítez. En esa época estaba a un nivel increíble. Centro, golpeo, buena asociación, rápido, desborde…Para mí era un jugador muy completo y es el que más me ha sorprendido en mi carrera nada más aterrizar en un sitio».
El estado de forma de Mikel Rico es innegable. Durante su temporada en Granada jugó 122 de 126 partidos. La temporada pasada disputó los 42 choques de la temporada, siendo titular en todos a excepción de dos: «Físicamente me encuentro muy bien. Entrenamos muy bien, el preparador físico es muy bueno. En el Athletic no jugué prácticamente nada y dudaba de si la temporada pasada podría tener esa continuidad».
Su futuro lo tiene clarísimo. Pretende enfocar su vida para buscar un equilibrio y bienestar familiar. «No sé si me queda mucho o poco, pero tengo claro es que no voy a ser entrenador. Cuando deje el fútbol quiero disfrutar de mi familia. Ser entrenador conlleva un alto sacrificio y no estoy dispuesto a hacerlo. Llevo 20 años moviéndome de aquí para allá y es hora de estabilizarme», confiesa Rico.
También ha analizado la situación actual que está viviendo el Granada. Especialmente su posición en La Liga y su clasificación en Europa. «Es una barbaridad, hay que darle mucho valor porque es muy difícil lo que ha hecho el Granada. Ascender, conseguir estabilizarse y además se cuela en Europa, es algo muy meritorio. No hay muchos equipos que hayan hecho eso. Además de ir a Europa, das la cara y consigues ser superior a casi todos«.
«Los Cármenes es un hervidero. Cuando tenías el balón o sacabas un córner, la gente apretaba mucho»
Mikel Rico
De Los Cármenes no tiene más que buenas palabras. Lamenta que su gente no pueda disfrutar de lo conseguido la temporada anterior: «Los Cármenes es un hervidero, cuando estás bien, cuando dominas el juego, cuando sacas los córners, la gente se nota mucho». De Granada como ciudad guarda un recuerdo muy positivo. «Me va a unir toda mi vida una relación especial con la ciudad de Granada. Para mí fueron tres años increíbles, hice grandes amistades. Sentía el cariño de la gente tanto dentro como fuera del campo. Me casé en Granada, movimos a nuestros familiares hacia esta ciudad, mis hijos son granadinos. Que la gente se acuerde de ti y que te tenga cariño es algo bonito», dice el mediocentro.
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