Hoy escuché tu voz y me pongo nervioso al saber que muy pronto nos conoceremos. Quiero sentir cómo me abrazas, reconocer a qué hueles y mirarte a los ojos. Tal vez te pongas un poco nervioso con mi tamaño, pero no te preocupes, yo confío en ti y sé que sabrás cogerme y cuidarme.
Siempre escucho que le dicen a mamá que ojalá tenga tus ojos. Mamá dice que eres muy guapo y yo espero parecerme a ti en algo, pero sobre todo espero aprender de ti muchas cosas.
Me encanta que me hables. ¿Sientes todas las patadas de alegría que doy cuando lo haces? Son sólo para ti, papá, porque reconozco el amor con el que lo haces, y también percibo como se emociona mamá cuando está cerca de ti. Y eso a mí me vuelve loco.
También quiero agradecerte por estar cerca de mamá, por cuidarla, por no dejarla sola, por aguantar sus enfados y la locura que provocan las hormonas en ella. Sé que los tres viviremos tantos cambios que nos costará un poco adaptarnos a nuestra nueva vida juntos, pero sé que lo lograremos, ten paciencia. Igual que tenéis que tener paciencia con este confinamiento. De una manera u otra, los tres estamos confinados.
Por último, quiero decirte feliz día del padre y que tengo muchas ganas de conocer el mundo a tu lado y que quiero que me enseñes a ser un aventurero como tú, que me leas cuentos por la noche, que me abraces cuando tenga miedo…
Por aquí todo va bien, tal vez por ahí fuera muchas cosas no me van a gustar y puede que llore un poco más de lo que os gustaría, pero es parte de mi desarrollo. Y os aviso que además será una gran prueba de paciencia para mamá y para ti.
Nos vemos pronto, papá. Duerme mucho. Sé que es un consejo porque escucho que todos los días se lo dicen a mamá.
Feliz día del padre, papás.
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