El fallecido, de 64 años de edad y natural de Salobreña, no se perdía ni un solo partido de su querido Granada CF
Hoy el fútbol ha pasado a un segundo plano en el Nuevo Los Cármenes. Es cierto que en el resultado dominaba el Athletic Club de Bilbao, pero eso queda en anécdota al confirmarse la triste noticia del deceso de Antonio Trujillo Izquierdo. Este aficionado, que acudía como cada partido a ver a «su Granada», sufría un paro cardíaco en el minuto 17 de juego, recibiendo la asistencia médica de dos espectadores.
A dichos aficionados pronto se sumó el equipo médico del Granada CF, así como los profesionales sanitarios presentes en el feudo nazarí, pero ninguno de ellos consiguió reanimar al hincha que terminaría perdiendo la vida.
Antonio sufría cáncer y estaba recibiendo quimioterapia
Su esposa nos atendía en la sala de pacientes de urgencias del PTS, mostrando una entereza y una fortaleza digna de alabar. Nuria reconocía que Antonio sufría un cáncer y que estaba en tratamiento, pero que dicha enfermedad no le impedía disfrutar de una de sus pasiones: el fútbol. «Tenía un cáncer, pero estaba con quimio y sus historias. Si hubiera estado mal, yo soy la primera junto con su hijo (que es médico) que no le hubiéramos dejado venir».
Antonio, natural de Salobreña, se declaraba un acérrimo seguidor del Granada CF, utilizando incluso el slogan del club «Eterna Lucha» como apoyo a su batalla contra el cáncer. «Yo no soy mucho de fútbol, pero él decía que iba a `luchar hasta morir´. Él siempre ha dicho que hay que luchar hasta morir, incluso con el tratamiento de quimio, como su Granada«.
En relación al suceso, Nuria reconocía enterarse del paro cardíaco por un empleado del club. «Hoy ha venido él solo. Yo le he dejado en la puerta del campo. Como por ahí no se puede aparcar, digo me voy al Nevada Shopping y cuando esté terminando me llamas y vengo a recogerte. Mi hijo, que se ha ido para Córdoba, dice que le ha llamado para preguntarle cómo iba el partido y que no le cogía el teléfono. Dice mamá, papá no me coge el teléfono» relataba entre llantos la viuda.
Un trabajador del Granada CF ha acompañado a Nuria en todo momento
«Entonces ha sido cuando yo le he llamado y se ha puesto Fernando (trabajador del club)… y ya me ha dicho lo que ha pasado. Que le había dado un infarto y que le estaban reanimando. He cogido el coche y me he ido corriendo al campo, dando cuarenta vueltas intentando entrar por alguna parte, porque no sabía por dónde. Estaba en la puerta uno, Fernando ha venido y ha cogido mi coche para el hospital, cuando hemos llegado aquí estaba muerto».
Finalmente, cuestionada por Antonio como persona, Nuria destacaba la «tranquilidad» de su marido en el trato diario. «Era una persona tranquila, relajada… le gustaba hacer bromas. Yo tenía 14 años cuando empecé a salir con él, y el día 8 hicimos 32 años casados, y por lo menos otros quince de novios». Nuria, de Granada capital, se enamoró de su marido al veranear en la Costa Tropical, y él siempre ha trabajado en la fábrica de papel de Motril.
Antonio Trujillo Izquierdo siempre estará en la memoria de todo el granadinismo. Su pasión, su cariño y su amor a unos colores quedarán siempre marcados en la historia de un club que hoy vive un capítulo negro. Deja mujer y tres hijos. Descanse en paz.
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