La semana pasada el diario digital El Libre se hacía eco de la compra de más de tres millones de mascarillas turcas por parte de la Junta de Andalucía tras el retraso «injustificado» de las producidas por Diseños NT.
Al parecer, esta compañía de la localidad jienense de Alcalá la Real era la encargada de producir 7’5 millones de mascarillas que, más adelante, el Consejo Andaluz de Farmacéuticos y el Servicio Andaluz de Salud se encargarían de distribuir a las farmacias de toda la región.
Las mascarillas iban a ser regaladas en packs de tres a los pensionistas andaluces hace dos semanas, como había anunciado el consejero de Salud, Jesús Aguirre, días antes. Sin embargo, un «retraso inexplicado» -asegura El Libre- en la producción habría paralizado la operación, habiendo sacado adelante tan sólo «el 20%» del total.
Ante las quejas de los pensionistas a los farmacéuticos y, por ende, de los farmacéuticos a la consejería -pues ese 20% de mascarillas había empezado a ‘venderse’ desde el 22 de julio hasta que llegó el parón-, la Junta decidió ejercer la compra de 3.024.000 mascarillas procedentes de la compañía Özman, situada en Estambul. Estas mascarillas habrían llegado con éxito a las farmacias entre los pasados 30 y 31 de julio.
«Menudo engaño», «son papel de fumar»…
A raíz de su llegada, un presunto farmacéutico adjunto se puso en contacto con un conocido y polémico médico de la capital para denunciar su mala calidad. En el mensaje que el propio médico publicó en su canal de YouTube, se hace referencia al material de las mismas, describiéndose como «papel de fumar» por su suavidad.
Además, el presunto farmacéutico también arremetía contra su protocolo de preparación de venta al público. «Nos envían cajas de 50 unidades y tenemos que, con nuestros propios medios y gratuitamente, meterlas en bolsas y hacer lotes para dar». Finalmente, el mensaje concluía clamando contra el «menudo engaño que nos acaban de hacer a los andaluces y a los pensionistas».
«Son mascarillas higiénicas o quirúrgicas. Es cierto que son suaves, pero no significa que sean ni peores, ni mejores», afirma una farmacéutica de la capital que no ha querido revelar su nombre. «No tienen la protección de una mascarilla FFP2 o de una KH95, pero no quiere decir nada. Como producto sanitario pueden gustar más o menos».
«Ya no hay problema»
Esta farmacéutica de la calle Arabial asegura que estas mascarillas turcas «no son tan efectivas» porque tienen un filtro menos eficaz, que permite el paso de unas partículas que, por contraposición, no superan el filtro de las FFP2 ni de las KH95. Por otro lado, «una mascarilla es buena siempre y cuando cumpla con la legislación», que es el caso de las quirúrgicas turcas que los pensionistas ya pueden adquirir gratuitamente en las farmacias.
«Nuestra principal queja -la de los farmacéuticos- fue que vinieron muy pocas unidades al principio», cuenta Inmaculada Ramos, otra farmacéutica que ejerce su profesión en Granada, sobre la llegada de las primeras mascarillas jienenses.
«Vinieron dos tandas con muy pocas unidades de mascarillas. Ahora, ha venido una tercera tanda con cajas de bastantes unidades para preparar paquetes. Ya no hay problema», informa Inmaculada.
Bajo la información de El Libre, el plan de la Consejería de Salud y Familias es responder a las demandas de los pensionistas entregándoles un pack de mascarillas jienenses mientras haya existencias -una vez se solucione el retraso de Diseños NT-. Si la producción andaluza sigue atascada, se hará entrega de las mascarillas procedentes de Turquía.
Finalmente, serán más de 10 millones de mascarillas, entre turcas y jienenses, las que se entregarán de manera gratuita a los pensionistas andaluces. La polémica sigue abierta.
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